El Ministerio de Asuntos Exteriores de la Federación Rusa emitió una declaración contundente en la que destacó su postura inmutable respecto a la cuestión de la integridad territorial de Ucrania

Chas Pravdy - 01 mayo 2025 16:20

El martes 1 de mayo, Moscú reiteró categóricamente que no permitirá ningún intento de restablecer las fronteras ucranianas en los límites establecidos en 1991, enviando así otra señal a la comunidad internacional sobre su intención de mantener el control sobre los territorios actuales de Ucrania, incluida Crimea. Desde el Ministerio de Exteriores de Rusia subrayaron que cualquier intento de Ucrania de recuperar el control sobre sus regiones orientales y del sur, así como de volver a ocupar Crimea, son inaceptables y contrarios a los intereses de seguridad de Rusia. Un portavoz oficial destacó además que Moscú nunca permitirá "la realización de escenarios que conduzcan a la destrucción de todo lo ruso en la región", insinuando la posible utilización de la fuerza u otros medios para evitar escenarios trágicos. En la declaración difundida, se realizó una acusación significativa hacia Ucrania y los países occidentales, responsabilizándolos diariamente de supuestos "propósitos genocidas" y de su intención de destruir todo lo ruso en la región. En particular, el documento afirma que el régimen de Kiev y sus protectores occidentales buscan deliberadamente una "restauración de Ucrania en las fronteras de 1991", lo cual, según altos funcionarios rusos, pretende satisfacer un instinto caníbal de destrucción de todo lo ruso. "Es evidente que detrás de estas reclamaciones vacías e infundadas de Kiev y sus socios occidentales yace un instinto caníbal de destruir todo lo asociado con Rusia. Rusia, por su parte, declara categóricamente que no permitirá dicho escenario y hará todo lo posible para defender sus intereses y su seguridad", afirma el comunicado. Esta retórica de la capital del Kremlin continúa en círculos políticos que constantemente resaltan su disposición inmutable a oponerse a cualquier intento de recuperar el control sobre los territorios ocupados temporalmente en Ucrania, incluido Crimea, que Rusia anexó en 2014 y mantiene bajo su esfera de influencia hasta ahora. Moscú advierte que cualquier regreso del Estado ucraniano a los límites de 1991 sería imposible sin consecuencias graves. Cabe destacar que este conflicto diplomático se desarrolla en paralelo con las recientes declaraciones del presidente ucraniano Volodymyr Zelensky. El 22 de abril, enfatizó que Ucrania no reconoce la ocupación rusa de Crimea, que considera su única y legítima tierra ucraniana. Esto generó una respuesta enérgica por parte de Estados Unidos y otros países occidentales, incluyendo al expresidente Donald Trump, quien criticó duramente esa posición. En una entrevista para la revista «Time», Trump afirmó que Crimea se perdió hace muchos años y añadió que las palabras de Zelensky perjudican el proceso de negociaciones de paz. El político estadounidense reiteró su opinión sobre las causas de la agresión militar de Rusia, destacando que una de las principales es el intento de Ucrania de unirse a la OTAN, lo cual Moscú considera una amenaza clara a su seguridad. Además, Trump insinuó que en los planes de Rusia no solo está contener a Ucrania, sino también acelerar la devolución de Crimea a su control, reconociéndola como "pérdida para Ucrania". Por su parte, funcionarios ucranianos, incluido Zelensky, confirmaron que Ucrania actualmente carece de suficientes armas para recuperar el control sobre Crimea ocupada. Sin embargo, también destacaron que existen diversas posibilidades de presión internacional sobre Rusia, incluyendo sanciones económicas y presión diplomática, que podrían ayudar a resolver el asunto de la integridad territorial del país. En general, este tema se ha convertido en una de las principales cuestiones polémicas en la política internacional contemporánea, pues el retorno de los territorios ocupados y las posibilidades de paz y seguridad siguen siendo los mayores desafíos para la comunidad mundial. El continuo debate sobre la integridad territorial de Ucrania y las tensiones entre países generan las condiciones para futuras negociaciones complicadas y prolongadas, así como para decisiones estratégicas cruciales.

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