Donald Trump afirma que los aranceles comerciales que él implementó harán que Estados Unidos sea «extraordinariamente rico»

El presidente de EE.UU., Donald Trump, declara con confianza que su política comercial, incluyendo la introducción de altos aranceles, fortalecerá significativamente la economía del país y hará que EE.UU. sea "muy rico". En entrevistas y discursos dedicados al resumen de su segundo mandato presidencial, señala que ya se han logrado muchos avances importantes en este ámbito. Trump está convencido de que las nuevas medidas arancelarias pueden generar ingresos sustanciales para el país y abrir el camino hacia un crecimiento económico estable. Al hablar de logros y planes, mencionó que entre los principales éxitos se encuentra la implementación de aranceles del 25 % contra Canadá y México, dos de sus principales socios comerciales. Según Trump, esto fue un paso necesario en respuesta a lo que sus oponentes llaman una lucha insuficiente de sus vecinos contra la importación ilegal de drogas y migrantes ilegales. También destacó que estas medidas, en su opinión, ayudarán a reducir el flujo ilegal de cargas y a mejorar la reputación interna de la política comercial de EE.UU. Trump subraya que su administración trabaja activamente en nuevas reformas económicas y ya prepara un nuevo paquete de recortes de impuestos, que describió como una "gran y hermosa acuerdo". Se espera que estas medidas ayuden a reducir aún más la carga fiscal para los ciudadanos y empresas estadounidenses, así como a disminuir la deuda pública mediante el aumento de los ingresos por aranceles. En particular, el presidente mencionó que el arancel del 10 % casi sobre toda la importación, recientemente implementado, será un catalizador para acelerar las reformas en el ámbito del comercio exterior. Otro aspecto importante de su política es la imposición de aranceles más altos a algunos países, en particular China, que actualmente enfrenta un arancel del 145 %. Esto, según Trump, es necesario para proteger a los productores internos y estimular la producción local. Al mismo tiempo, no todos en la corriente principal apoyan estas medidas arancelarias. El 24 de abril, una coalición de 12 estados de EE.UU. presentó una demanda contra la administración de Trump, alegando que los aranceles impuestos son "ilegal" y violan la ley comercial del país. Argumentan que las autoridades violan los principios del libre comercio y crean barreras artificiales para el comercio exterior. A pesar de las críticas y los procesos judiciales, Trump continúa insistiendo en la corrección de sus decisiones políticas y confía en su estrategia, que, según afirma, puede posicionar a EE.UU. como líder en la economía mundial. En su discurso, agregó que espera el apoyo de sus conciudadanos, quienes verán en su reforma beneficios a largo plazo: reducción de impuestos, aumento de ingresos y mantenimiento de empleos. Según el presidente de EE.UU., toda la política económica está orientada a garantizar la independencia financiera del país, mejorar el bienestar de los ciudadanos y fortalecer la posición de EE.UU. en el escenario mundial. Sin embargo, muchos expertos advierten que dichas medidas pueden tener efectos secundarios, como el aumento de los precios para los consumidores y posibles conflictos comerciales. Solo el tiempo dirá cuál será su efectividad a largo plazo y si realmente la sociedad se enriquecerá gracias a estos aranceles. Cabe recordar que las decisiones de Trump en materia de política arancelaria y sanciones comerciales siguen siendo objeto de debate y crisis en los círculos políticos internos, ya que muchos estados y sectores empresariales no respaldan la aplicación de tales medidas en su forma actual. Los procesos judiciales y las críticas internacionales complican aún más la situación, poniendo en duda su estabilidad y eficacia a largo plazo.