Україна está lista para negociaciones en cualquier formato, pero con la condición de un cese real y prolongado de las hostilidades, que sea su primer paso hacia la paz

Así lo declaró el ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Andriy Sybiga, destacando que el gobierno del país está abierto al diálogo, pero solo si la parte rusa muestra una verdadera seriedad y disposición a recorrer un camino difícil hacia la paz, y no simplemente utiliza declaraciones propagandísticas y populistas o realiza ceses temporales de fuego para “liberar” tiempo para desfiles festivos o ilusiones exteriores. Durante su discurso en el Viev – una plataforma internacional, Andriy Sybiga señaló que Ucrania no renuncia a la diplomacia, pero no se deja engañar por los juegos de Rusia, que busca hacer que el mundo vea en sus pasos solo unocuidad exterior. "Ucrania confirma una vez más su disposición a negociar en cualquier formato, pero detrás de estos gestos diplomáticos debe haber una verdadera voluntad de Rusia para recorrer un camino difícil y prolongado hacia la paz. No aceptaremos ceses temporales de fuego populistas que solo sirven para crear una ilusión de estabilidad y ocultar intenciones agresivas persistentes", enfatizó el ministro de Asuntos Exteriores. Respecto a las condiciones concretas para el inicio de negociaciones, Sybiga señaló que Rusia podría demostrar su seriedad aceptando un verdadero cese del fuego por al menos 30 días. Esto permitiría a las partes reducir las tensiones, centrarse en el diálogo e intercambiar nuevas iniciativas diplomáticas. Según afirmó, si Moscú está dispuesta a un marco más prolongado, por ejemplo, un cese del fuego de 60 o 90 días, Ucrania también estaría abierta a tales negociaciones. "Rusia debe dejar de hablar solo de su compromiso con la paz y, en cambio, actuar: aceptar sin condiciones un cese real y prolongado del fuego. Cuando finalmente cesen los cañones, surgiría una verdadera oportunidad para comenzar negociaciones en cualquier formato, promoviendo una recuperación más rápida de la paz en tierra ucraniana", concluyó el ministro de Asuntos Exteriores. Hace unos días, el Kremlin anunció un supuesto "alto el fuego" en relación con el 80º aniversario de la victoria en la Gran Guerra Patria, que los rusos llaman la Segunda Guerra Mundial. Se sabe que el gobierno ruso declaró unilateralmente un "alto el fuego" en ese día importante, intentando mostrar al mundo su "disposición a la paz". Antes, Vladimir Putin anunció otro "alto el fuego de Pascua", que debía durar desde la noche del 19 de abril hasta la medianoche del 21 de abril, subrayando que los invasores respetaban ese régimen de cese de hostilidades. Desde el Ministerio de Defensa de Rusia presentaron esa idea como un gesto de buena voluntad, siempre que Ucrania también respetara el acuerdo. Sin embargo, diversos informes y fuentes indicaron que en la práctica, las promesas de "alto el fuego de Pascua" solo se cumplían en palabras, sin detener las hostilidades ni los ataques incluso en los días más alejados. En particular, el presidente Volodymyr Zelensky afirmó inmediatamente que Ucrania reaccionaría de forma espejo y actuaría en función de la situación. Según sus palabras, si Rusia realmente busca la paz y detiene las combates, Kyiv está dispuesto a considerar esas propuestas y continuar el pausa, pero con la condición de una absoluta tranquilidad de ambas partes. "Estamos abiertos al diálogo y preparados para un alto el fuego prolongado, pero solo si el enemigo no lo viola y no realiza otra provocación", enfatizó. Sin embargo, datos de monitoreo y reportes independientes, incluido el proyecto DeepState, confirmaron que en la mayoría de los frentes, las hostilidades no se detuvieron, los defensores ucranianos no percibieron signos de un "alto el fuego de Pascua" significativo, y los conflictos armados continuaron en las áreas más tensas. Resumiendo la situación alrededor de los llamados "ceses de fuego" y las iniciativas diplomáticas de Moscú y Kyiv, se puede concluir que Rusia continúa usando declaraciones cortas o unilaterales sobre la suspensión de hostilidades como una herramienta de relaciones públicas exteriores y presión psicológica. Mientras tanto, en Ucrania permanecen firmes en la postura de que las conversaciones solo pueden comenzar bajo la condición de una verdadera paz, que debería convertirse en un paso primordial e incondicional para cualquier negociación futura. Esto vuelve a subrayar la complejidad y confusión de la situación, así como el alto nivel de falta de desarrollo en las relaciones diplomáticas y de confianza entre las naciones en guerra.