El bloguero y arbitrajista Oleksandr Slobozhenko, quien se encuentra en el centro de una investigación de gran resonancia por evasión fiscal por un monto superior a 213 millones de hryvnias, ha hecho una declaración llamativa respecto a sus intenciones de saldar su deuda con el Estado
Además, informó sobre una importante donación benéfica: en beneficio de los defensores ucranianos entregó 20 millones de hryvnias, lo que representa un nuevo paso en sus intentos por recuperar la confianza de la opinión pública y de las instituciones estatales. Según palabras del propio Slobozhenko, había tenido la intención de comentar la situación anteriormente, pero por motivos personales y su estado emocional no estaba preparado para declaraciones públicas. En una publicación en Instagram, el bloguero señaló que comprende su responsabilidad y reconoce que, al ignorar la ley y no pagar impuestos, causó daño al Estado, lo cual, en sus palabras, es “la responsabilidad de cada empresario que trabaja para la capacidad defensiva del país”. “Quizá no fui coherente, no entendía la magnitud de las consecuencias e incluso me dejé llevar, — admitió Slobozhenko. — Ahora hago todo lo posible para liquidar mi deuda y recuperar la confianza de la sociedad. Estoy pagando toda mi deuda fiscal con el Estado y, al mismo tiempo, quiero anunciar el lanzamiento de grandes proyectos benéficos para apoyar a las Fuerzas Armadas de Ucrania.” Según el bloguero, la semana pasada ya entregó al Estado 20 millones de hryvnias en concepto de ayuda a los militares. Promete contar los detalles en una futura ocasión. En un breve video dirigido a la comunidad, Slobozhenko también se disculpó ante el público y el periodista de investigación Mykhailo Tkach por la dureza de sus comentarios previos a “Ukrainska Pravda”. Resaltó que ahora comprende su responsabilidad y desea contribuir a fortalecer la capacidad defensiva del país. Esta no fue la primera vez que se hizo público en esta historia. Recordemos que “Ukrainska Pravda” reveló que, durante la movilización masiva, cuando muchos ucranianos estaban en el frente o ayudando al ejército, Slobozhenko y sus conocidos lograron descansar con éxito en resorts en Europa. Se sabe que, debido a su “incapacidad para el servicio militar”, el bloguero y su entorno se marcharon al extranjero, a pesar de la movilización general, lo que provocó numerosas críticas y descontento entre la población. Según informa la Oficina de Seguridad Económica, el 16 de agosto de 2024, los investigadores notificaron oficialmente la sospecha de Slobozhenko por la evasión de más de 200 millones de hryvnias en impuestos. Se llevaron a cabo varias búsquedas en sus oficinas, apartamentos y propiedades, incluyendo automóviles y bienes inmuebles. También se incautaron varios autos de lujo de clase súper taxi, así como propiedades valiosas en Kiev. Fuentes indican que actualmente Slobozhenko se encuentra en busca y captura y fue visto en la capital polaca, Varsovia. En un video filtrado por una fuente anónima, se le observa caminando por las calles de la ciudad junto con dos amigos, cerca del hotel Puro. Según una de las versiones, el bloguero desapareció del radar de las autoridades ucranianas porque intentaba evitar la responsabilidad penal. En el contexto del desarrollo del caso, muchos expertos y figuras públicas discuten las posibles consecuencias para la reputación y las operaciones comerciales de Slobozhenko. Algunos señalan que su intento de rehabilitación a través de la beneficencia plantea nuevas cuestiones sobre aspectos morales y éticos de su comportamiento, ya que en la sociedad aún permanecen muchas incógnitas acerca de sus actividades y verdaderos motivos. Por lo tanto, la historia del bloguero-arbitrajista Oleksandr Slobozhenko sigue siendo una de las más llamativas y controvertidas en el espacio informativo ucraniano contemporáneo. Las declaraciones públicas sobre la intención de pagar sus deudas y ayudar al ejército no eliminan las dudas sobre la integridad y legalidad de sus acciones pasadas, y además generan indignación por su descarado modo de evadir responsabilidades en un momento en que el país necesita apoyo y honestidad en la denuncia de abusos.