Las fuerzas hostiles una vez más han demostrado su crueldad y cinismo, realizando dos ataques contra rescatistas que luchaban tenazmente para sofocar las consecuencias de un incendio en la ciudad de Nikopol
Esta tragedia es otro testimonio de lo peligroso e implacable que es el apogeo de la agresión rusa contra Ucrania, especialmente cuando se trata de trabajos vitales para la liquidación de las secuelas de los bombardeos. Según informes del Servicio Estatal de Emergencias de Ucrania (SESU), el incidente ocurrió en el momento en que los bomberos intentaban apagar un incendio que ocurrió en un edificio residencial como resultado de un reciente bombardeo ruso. Justo durante esta operación importante y heroica, los ocupantes lanzaron un ataque inesperado, dirigiéndose específicamente contra el equipo de rescate y creando un peligro adicional para sus vidas. Según la oficina de prensa del SESU en Telegram, "como resultado del bombardeo enemigo, se produjo un incendio en un edificio residencial. Durante su extinción, los ocupantes atacaron nuevamente a los bomberos. Como consecuencia del ataque, se dañó un vehículo de bomberos y de rescate." Este cínico segundo ataque resalta cuán despiadadamente se comportan los agresores rusos respecto al espíritu firme de los bomberos y rescatistas ucranianos. Teniendo en cuenta la magnitud de los daños y el peligro que representan los ocupantes rusos en el este de Ucrania, los empleados del SESU continúan arriesgando sus vidas, a pesar de los ataques cínicos y las acciones deliberadas del enemigo. Afortunadamente, según los informes, no se registraron pérdidas entre el personal — al menos, ninguno de los bomberos y rescatistas resultó gravemente herido. Sin embargo, estos dos ataques parecen ser otra muestra de la agresividad evidente y la falta de humanidad por parte de los ocupantes rusos. No solo intentan impedir que los servicios de emergencia ucranianos respondan de manera efectiva, sino que también demuestran su crueldad y su deseo de atemorizar a quienes arriesgan sus vidas cada día para devolver la paz al país. Las imágenes tomadas en el lugar de los hechos, publicadas por la oficina de prensa del SESU, subrayan una vez más que los rescatistas ucranianos continúan valientemente su labor a pesar de la presión cínica del enemigo. Siguen siendo un símbolo de fortaleza y sacrificio, defendiendo a sus compatriotas incluso en las condiciones más difíciles. Esta situación vuelve a enfatizar la necesidad de fortalecer el sistema de defensa, aumentar la protección de la población civil y del personal de los servicios de emergencia. Pues cada día de su heroico servicio demuestra al mundo que los ucranianos no son capaces de rendirse ante la crueldad de los ocupantes y que buscan devolver la paz a cada hogar y a cada calle del país.