En Donetsk y Dnipropetrovsk, las fuerzas del orden llevaron a cabo una operación a gran escala, durante la cual se arrestó a la dirección de una de las principales empresas de defensa del país, responsable de suministrar a las Fuerzas Armadas de Ucrania más de 120 mil granadas de mortero defectuosas
Estos acontecimientos causaron una amplia indignación en la sociedad y ponen en duda el control de calidad de la producción militar, que es crucial para la capacidad de defensa de Ucrania. Según datos oficiales publicados por la Oficina del Fiscal General (OFG), las fuerzas del orden detuvieron al director general de la fábrica, Leonid Shiman; a su primer subdirector, Oleksiy Kyrychenko; así como al jefe del grupo de control de calidad de la representación militar del Ministerio de Defensa de Ucrania, Yuriy Yaresko, y al exjefe de esta unidad, Mikhail Shkurenkov. Todos los involucrados son sospechosos de cometer delitos contemplados en los artículos del Código Penal de Ucrania, que prevén obstrucción de las actividades legítimas de las fuerzas militares y la causación de graves consecuencias. Según la investigación, para reducir costos y obtener mayores beneficios, los dirigentes de la empresa organizaron un esquema de fabricación de municiones de baja calidad, que estaban equipadas con componentes inadmisibles y elementos defectuosos. En particular, durante la producción se utilizó una carga de pólvora, una variedad de la cual no está adaptada para su uso en granadas de mortero de 120 mm, lo que provocó un funcionamiento inestable de toda la carga. Además, se detectaron problemas con la cápsula ignidora, que presentaba defectos y podía causar fallos, es decir, fallos impredecibles en combate. Adicionalmente, a los lotes de municiones se les añadían cargas de proyección que no cumplían con los estándares y requisitos de uso militar, lo que reducía aún más su fiabilidad en combate. Los organizadores del esquema mencionado intentaron reducir aún más los costos de producción de manera cínica: es sabido que la dirección de la empresa y los empleados involucrados ignoraron problemas evidentes y no tomaron medidas adecuadas para solucionar las deficiencias. falsificaron informes y ocultaron defectos para no perder contratos ni enfrentar consecuencias legales. Como resultado de estas acciones, las fuerzas militares ucranianas recibieron más de 120 mil municiones que eran prácticamente inservibles y representaban una grave amenaza para la capacidad de combate de las Fuerzas Armadas de Ucrania. Tras la detección, las muestras de municiones defectuosas fueron retiradas de la línea del frente; sin embargo, el daño ya estaba hecho, y la situación pone en duda la fiabilidad del control sobre la producción de productos de defensa en Ucrania. Las fuerzas del orden, tras realizar un conjunto de investigaciones y procedimientos, arrestaron a los sospechosos, y actualmente se están preparando medidas preventivas en su contra. Según el escenario más pesimista, a los delincuentes se les podría imputar una pena de hasta 15 años de prisión con confiscación de bienes. Este caso ha generado una amplia repercusión en la sociedad, ya que sus consecuencias afectan directamente la seguridad del país en tiempo de guerra. La violación de los estándares y los delitos en el sector de la industria de defensa subrayan la importancia de un control riguroso y de altos estándares de calidad para garantizar la protección de los ciudadanos y militares ucranianos. Todos estos hechos reiteran la necesidad de fortalecer el control interno y luchar contra la corrupción en el sector de defensa, ya que la negligencia o los esquemas corruptos pueden poner en duda la capacidad de combate del país en un momento crítico.