Según información de fuentes autorizadas, la situación en torno al conflicto entre Ucrania y Rusia está tomando nuevos giros en el contexto de las intenciones políticas de los estrategas de Berlín y Washington

Chas Pravdy - 28 abril 2025 21:15

Altos cargos europeos y ucranianos expresan su preocupación de que el presidente de EE. UU., Donald Trump, pueda aprovechar la situación para justificar su retirada del proceso de negociaciones de paz. Según investigaciones periodísticas divulgadas por el medio "Financial Times" y retomadas por "La Prensa Europea", hay temor de que Trump, en su afán por mantener su influencia política, pueda usar incluso los avances mínimos en las negociaciones como excusa para terminar el proceso diplomático. Cuatro fuentes anónimas pertenecientes a círculos diplomáticos o jerarquías cercanas a la Administración de EE. UU. informan que en Washington están empezando a considerar la posibilidad de abandonar el formato de acuerdos de paz, para no convertirse en rehenes de negociaciones prolongadas y de una retórica negativa que ya crece en vísperas del 100º aniversario de la segunda presidencia de Trump. Una fuente de alto rango en Europa señaló que actualmente Trump crea una situación en la que podría justificarse a sí mismo para abandonar el diálogo entre Ucrania y Rusia, basándose supuestamente en avances que aún no se han logrado o en la falta de un esfuerzo real por parte de ambas partes. Un factor importante es la renuencia de Кремль a hacer concesiones, particularmente respecto a mantener las Fuerzas Armadas de Ucrania en condiciones operativas después del fin de la fase activa de la guerra y otros asuntos clave, lo que ha llevado a reevaluar la actitud de Trump hacia posibles acuerdos. Los interlocutores de "Financial Times" destacan que la iniciativa diplomática actual de la Administración de EE. UU., que muchos ven como un intento de ajustarse a los plazos de la política de diálogo, en realidad tiene un carácter efímero y probablemente no logrará una implementación estable. Asimismo, en círculos europeos circulan conversaciones sobre la posible aceptación por parte de Rusia del plan estadounidense, aunque se considera que en este momento no existen garantías ni mecanismos asegurados para su ejecución. Por su parte, los funcionarios ucranianos, en general, expresan su temor de que EE. UU. pueda reducir significativamente o incluso detener por completo la diplomacia activa en esta dirección, ya que Kiev se concentra cada vez más en sus recursos internos y, al mismo tiempo, intensifica la búsqueda de ayuda militar adicional entre sus aliados europeos. Una señal significativa fue el reciente comentario del Secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, quien afirmó que la próxima semana será decisiva para que Washington tome una decisión respecto a los próximos pasos en la panorámica geopolítica relacionada con Ucrania y Rusia. En medio de estos eventos, el presidente de EE. UU., Donald Trump, comenzó recientemente a criticar duramente los nuevos ataques con misiles de Rusia en ciudades ucranianas y expresó dudas sobre las intenciones de Кремль de poner fin a la guerra hostil, amenazando con nuevas sanciones a Moscú. Estas señales aumentan la tensión en el proceso diplomático y reavivan las preocupaciones de Kiev y de los países europeos sobre las perspectivas de acuerdos de paz en las condiciones actuales.

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