Los gastos militares mundiales alcanzaron nuevos récords históricos, estableciendo un máximo dramático — en 2024 sumaron más de 2,7 billones de dólares estadounidenses, lo que evidencia un crecimiento sustancial y una escalada en la actividad militar a nivel global

Chas Pravdy - 28 abril 2025 04:19

Así lo informa el Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI), que ha resumido múltiples estadísticas y analiza las tendencias en el ámbito de la defensa. Según los datos del estudio, en 2024 los gastos militares mundiales alcanzaron los 2,718 billones de dólares. Esto representa un aumento del 9,4 % respecto a los indicadores del año pasado y constituye el crecimiento anual más rápido desde finales del siglo XX —desde el período posterior al fin de la Guerra Fría. La tendencia lleva ya dos años consecutivos en ascenso, y en este contexto, llama la atención que más de un centenar de países invierten cada vez más recursos en necesidades militares, a menudo a expensas de reducir otros rubros presupuestarios. Examinar las causas de este rápido crecimiento permite concluir que el contexto político y de seguridad global, en particular la guerra en Ucrania y la tensión en Europa, ha potenciado la tendencia a la modernización y el refuerzo de las fuerzas armadas. Frente a esta crisis, los países aumentan sus gastos en defensa, dado que reciben confirmación del valor del argumento de que la seguridad requiere recursos adecuados. La organización informa que en 2024 los gastos en Europa (incluida Rusia) aumentaron un 17 %, alcanzando los 693 mil millones de dólares. Esto supera el nivel registrado al final de la Guerra Fría y señala una recuperación y profundización de la competencia militar en la región. El único país de la Unión Europea que dejó de aumentar su gasto militar fue Malta, mientras que otros fortalecen la modernización de sus arsenales. Rusia, en particular, en 2024 destinaron aproximadamente 149 mil millones de dólares —un 38 % más que el año anterior y el doble en comparación con 2015. Esto representa el 7,1 % del PIB ruso y aproximadamente el 19 % de todos los gastos estatales del país, demostrando una orientación profunda hacia la esfera militar y económica. Respecto a Ucrania, según estimaciones de los investigadores, sus gastos militares en 2024 crecieron un 2,9 %, alcanzando los 64,7 mil millones de dólares. Esta cantidad equivale al 43 % de los gastos de Rusia, constituyendo uno de los ratios relativos más altos del mundo en relación con el PIB. Además, el gasto en defensa representa el 34 % del Producto Interno Bruto —un récord absoluto para un país en tiempos de guerra y desafíos económicos. Los expertos señalan que, en las condiciones financieras actuales y con una parte tan elevada del presupuesto destinada a la defensa, a Ucrania le será difícil seguir aumentando sus recursos militares, ya que las capacidades limitadas del Estado sugieren posibles dificultades en el futuro. En los Estados Unidos, que continúan siendo la potencia militar más grande del mundo, también se observa un incremento: los gastos militares subieron un 5,7 %, alcanzando los 997 mil millones de dólares. Esto representa el 37 % del gasto militar mundial y confirma a EE. UU. como líder global en el ámbito militar. Mientras tanto, en Europa se registra un incremento sin precedentes en la financiación del sector de defensa, especialmente en Alemania (+28 %), que elevó su gasto a 88,5 mil millones de dólares y se convirtió en la principal potencia militar en el continente. Polonia, por su parte, aumentó sus gastos en un 31 %, llegando a 38 mil millones de dólares y logrando el estatus de uno de los países europeos con mayores inversiones en defensa, con un 4,2 % del PIB. El antecedente de este crecimiento actual lo constituyó la situación en 2023, cuando los gastos militares globales alcanzaron un récord de 2,44 billones de dólares —un 6,8 % más respecto al año anterior. Así, el sector de defensa mundial continúa mostrando un notable dinamismo y una movilización activa de recursos, tendencia que muchos analistas vinculan a la tensión geopolítica y a los nuevos conflictos bélicos. La situación en torno a la guerra en Ucrania y el incremento de los gastos a nivel mundial indican que la política internacional actual se orienta cada vez más a fortalecer las posturas militares. Las repercusiones económicas y sociales de ello son significativas: los países gastan sumas considerables, lo que puede afectar los presupuestos, los servicios sociales y los proyectos estratégicos a largo plazo. Los resultados de esta dinámica aumentan la preocupación de los expertos sobre las posibles consecuencias de una escalada en la carrera armamentística y la necesidad de repensar los sistemas de seguridad global.

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