En las primeras horas del 28 de abril, las Fuerzas Aéreas de Ucrania sufrieron un duro golpe durante la realización de una misión de combate
En ese momento difícil, como resultado de un ataque sistemático por parte de las fuerzas armadas rusas, un avión de combate ucraniano Su-27 fue derribado, lo que supuso uno de los golpes más graves contra la defensa aérea del país. El incidente ocurrió durante una operación a gran escala destinada a apoyar las fuerzas terrestres y contrarrestar los ataques masivos de drones enemigos — BPLA, que intentan activamente atravesar la frontera de defensa ucraniana y desestabilizar la situación en el frente. Según la información oficial del estado mayor de las Fuerzas Aéreas de las Fuerzas Armadas de Ucrania, el incidente fue resultado de condiciones complicadas en el desarrollo de las operaciones militares y actualmente se está investigando su causa. En el momento del suceso, en el espacio aéreo circulaban combates feroces, y probablemente la causa de la pérdida del avión de combate esté relacionada con las acciones bélicas o con los sistemas de defensa contra aircraftos del enemigo. Una comisión especialmente creada, que desde hace tiempo se ocupa del análisis de estos incidentes, ya ha iniciado la investigación. Su objetivo es esclarecer los detalles para ofrecer próximamente un cuadro claro de los hechos y sacar las conclusiones correspondientes para fortalecer la capacidad defensiva. En cuanto a la situación del piloto, esta es de suma importancia para los soldados ucranianos. El piloto que controlaba la nave durante la operación lanzó con éxito un paracaídas de emergencia y realizó un salto en paracaídas. Gracias a la profesionalidad del piloto, los servicios de rescate reaccionaron rápidamente y en pocos minutos llegaron al lugar del aterrizaje. Considerando su estado, los médicos militares lo trasladaron de inmediato al centro médico más cercano para realizarle las evaluaciones necesarias y brindarle atención calificada. Según datos preliminares, nada pone en peligro la vida ni la salud del piloto: su estado es estable, y recibe toda la atención necesaria. Sin embargo, la situación sigue siendo tensa, ya que cada incidente en el aire tiene sus consecuencias y requiere un análisis detallado para tener en cuenta todos los riesgos posibles en futuras operaciones. Nuestras fuerzas de defensa trabajan en modo reforzado, puesto que las pérdidas de equipo representan un golpe severo para todo el sistema aéreo y militar del país. Sin embargo, los defensores ucranianos confirman su disposición a seguir luchando por la integridad y la independencia del estado, a pesar de las provocaciones y la agresión del enemigo, que no cesa. El Su-27 perdido es una pérdida dura, pero no insuperable para nuestros defensores. Ellos prometen seguir reforzando sus posiciones, perfeccionando la defensa aérea y estando en alerta ante cualquier desafío que la guerra les imponga.