El jefe del Ministerio de Asuntos Exteriores de Polonia, Radosław Sikorski, expresó su profunda decepción ante la falta de influencia adecuada del presidente Andrzej Duda en su colega de EE

UU., Donald Trump, para lograr acciones más decididas en la presión contra Rusia. En una entrevista abierta, el político destacó que esperaba una postura más activa del líder polaco en la formulación de una política global respecto a la agresión de Rusia, especialmente en el contexto de ayuda a Ucrania. En lugar de ello, según Sikorski, Duda no utilizó su cercanía a Trump para movilizar un apoyo internacional sólido contra el Kremlin, y resultó ser menos profundo en esfuerzos diplomáticos. Subrayó que, lamentablemente, el presidente polaco no logró convencer al exlíder estadounidense de aplicar mayores mecanismos diplomáticos o económicos para frenar la agresión de Rusia, lo que, en palabras del diplomático polaco, representa una pérdida significativa para la seguridad y estabilidad de Polonia y la región en general. “Esperaba que Duda pudiera aprovechar sus conexiones con Trump e influir en su decisión de intensificar la presión diplomática sobre Rusia. Sin embargo, parece que dicha conversación nunca ocurrió”, indicó Sikorski. Añadió que sus propuestas para una participación más activa de Polonia y de su líder en la formulación de una posición internacional anti-Rusia las planteó tanto públicamente como en privado. Al mismo tiempo, expresó que sería importante que las “relaciones amistosas y de buena vecindad” entre Duda y Trump contribuyeran a la protección de los intereses polacos en el escenario mundial y al fortalecimiento de la posición del país en cuestiones políticas. “Lamentablemente, a día de hoy, vemos que estas ‘relaciones amistosas’ no han dado los resultados esperados en cuanto a influir en la política de EE.UU. en el contexto de la agresión rusa”, constató Sikorski. El jefe del Ministerio de Exteriores polaco destacó que uno de los principales desafíos para Polonia es la insuficiente actividad de la dirección polaca en una estrategia exterior unificada contra Rusia. Según sus palabras, ahora es muy importante que el presidente Duda muestre más iniciativa y voluntad política para involucrar activamente a EE.UU. en la resolución del conflicto en Ucrania y en la contención de la agresión de Putin. Subrayó: “Quizás ahora, en las últimas horas, sea el momento de sacrificar aspiraciones políticas para hacer todo lo posible por la paz, por el apoyo a Ucrania y por contener a Putin. Es una prioridad que no debería dejarse de lado por intereses políticos o partidistas”. El trasfondo de este conflicto fue una reciente declaración del presidente ucraniano, Andrzej Duda, quien en Zhytomyr expresó la opinión de que Ucrania “deberá en cierto sentido hacer concesiones, ya que probablemente sucederá”. Sikorski reaccionó con dureza a esas palabras, comparándolas con un juego político traicionero, y llamó al líder polaco a no seguir la senda de Pompée y Chamberlain, quienes, según él, en los años 30 tomaron decisiones equivocadas que llevaron a una mayor desestabilización de Europa. Así, los últimos días y semanas vuelven a subrayar la importancia de la unidad política interna y del papel activo del liderazgo polaco en la diplomacia global respecto a Rusia. Los expertos consideran que solo una influencia directa sobre los líderes estadounidenses dará resultados positivos cuando el gobierno polaco logre unir esfuerzos y trabaja más diligentemente en apoyo a Ucrania, buscando una desescalada del conflicto y la búsqueda de paz. La falta de esa actividad, en opinión de Sikorski, amenaza con intensificar los riesgos geopolíticos para Polonia y toda la región, especialmente en el contexto de una posible nueva escalada del conflicto entre Occidente y Rusia.