Más de veinte heridos y cinco muertes: consecuencias de los bombardeos en Donetsk y Jersón el 26 de abril

El martes, 26 de abril, las tropas de ocupación rusas volvieron a bombardear las regiones orientales y meridionales de Ucrania, causando pérdidas humanas significativas y destrucción. Según las administraciones militares regionales, ese día se registraron cinco muertos y más de veinte heridos como resultado de los ataques. La mayor aflicción se registró en la región de Donetsk, donde las fuerzas rusas mataron a cuatro civiles. En particular, las tragedias ocurrieron en Kostiantynivka, donde dos personas murieron debido a fragmentos y granadas enemigas, y en los pueblos de Novoekonomічne y Zorya, donde un residente en cada lugar fue víctima de muerte. Además de las muertes, al menos 17 personas resultaron heridas de diferente gravedad en la región. Los médicos informan que siete de los heridos son residentes de Kostiantynivka, mientras que algunos otros se encontraban en Novoekonomічne, Nikanorivka, Zorya y Sieversk. En total, el día fue uno de los más sangrientos en tiempo reciente para Donetsk, ya que la mayoría de los heridos se encuentran en estado grave, y algunos en condición crítica. Los pueblos están cubiertos de polvo y escombros, y los residentes se ven obligados a esconderse en sótanos, esperando que regrese la paz, que por ahora ha vuelto a imperar en la región. Otra tragedia ocurrió en Jersón, donde, como resultado de un bombardeo, murió una persona. También, según datos oficiales, cinco residentes de esa región resultaron heridos. La mayoría de los afectados son civiles que quedaron bajo el fuego disparado por misiles rusos, impactados por proyectiles pesados. La población reporta la destrucción de sus hogares, la eliminación de infraestructura y una destrucción masiva de viviendas y objetos sociales. Estos bombardeos vuelven a demostrar la brutalidad de las fuerzas rusas y su táctica intencionada de intimidación y destrucción de civiles. Los servicios de seguridad y las fuerzas armadas ucranianas trabajan incansablemente para prevenir más violencia masiva y encontrar a los responsables de estos crímenes. Las autoridades oficiales llaman a los civiles a ser extremadamente cautelosos y subrayan la necesidad de reforzar las medidas de seguridad y la capacidad de defensa de las regiones. Mientras las tropas rusas continúan bombardeando los territorios ucranianos, las organizaciones humanitarias y los voluntarios trabajan en modo intensificado, intentando ayudar a los afectados, proporcionando medicamentos, comida y refugio. Kiev hace un llamado a la comunidad internacional a no permanecer indiferente ante esta crisis humanitaria provocada por la guerra y a intensificar las sanciones contra Rusia para acelerar su fin. En conjunto, esta jornada vuelve a recordar el coste de la guerra: vidas humanas, destrucción y tensión constante. Luchar contra esta violencia y devolver a Ucrania a una vida pacífica solo puede lograrse mediante esfuerzos conjuntos y el apoyo de la comunidad internacional.