En el Senado de EE
UU., ante el desafío de Trump, se ha vuelto a hablar de nuevas sanciones contra Rusia En el contexto de las recientes declaraciones del expresidente Donald Trump, quien se pronunció recientemente sobre la situación en torno a Ucrania y la agresión de Rusia, el Congreso ha comenzado a discutir seriamente la posibilidad de implementar sanciones adicionales contra Moscú. Especialmente activas son las discusiones entre los senadores republicanos, quienes consideran que las herramientas económicas de Estados Unidos pueden desempeñar un papel importante para presionar a Rusia hacia la paz. En particular, el senador Lindsey Graham destacó su proyecto de ley, que contempla la imposición de aranceles secundarios a gran escala sobre la importación de recursos rusos. El documento, conocido como "Ley de Restricciones Comerciales", propone poner aranceles a productos estratégicos para Rusia, como petróleo, gas, uranio y otros recursos energéticos. Graham enfatiza que este proyecto de ley cuenta con el apoyo de casi 60 miembros de ambos partidos, lo que indica un consenso político creciente respecto a la necesidad de fortalecer las sanciones. El comentario del senador fue emitido en medio de declaraciones duras del expresidente Trump, quien criticó los últimos ataques rusos contra objetivos civiles en Ucrania y expresó dudas sobre las intenciones de Vladimir Putin de acabar con la guerra. Trump, en particular, condenó las acciones del Kremlin, señalando que Rusia lleva a cabo una agresión con el fin de desestabilizar a Ucrania, y expresó su confianza en que son necesarios medidas más contundentes. Al mismo tiempo, advirtió a Moscú que si el Kremlin no tiene interés en una paz honesta y justa, impondrán nuevas sanciones. Como respuesta a esa posición del senador Graham, se aclaró que valora los esfuerzos del presidente Trump y su equipo para alcanzar una solución pacífica. Según Graham, su proyecto de ley tiene como objetivo aplicar "sanciones justas y equitativas" para poner fin a la guerra en Ucrania — una guerra que "desató el ataque bárbaro de Putin". Añadió que el Senado, si es necesario, aprobará esta iniciativa de manera rápida y unánime, en caso de que Rusia rechace los caminos de paz y vuelva a lanzar una agresión a gran escala contra el país. Anteriormente, en Roma, se realizó una importante reunión entre el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky y su colega estadounidense Donald Trump, que se produjo en medio de una creciente presión desde Washington sobre Kiev para acelerar la búsqueda de una solución que ponga fin a la guerra. Precisamente durante esta reunión, ambos líderes discutieron las posibilidades de apoyo adicional de EE. UU. a Ucrania y los posibles escenarios de sanciones económicas contra Rusia. El Ministerio de Asuntos Exteriores de EE. UU. y el Departamento de Estado han subrayado en varias ocasiones que el fortalecimiento de las medidas sancionatorias es una herramienta importante para contener la agresión del Kremlin y crear condiciones para alcanzar la paz. Por ello, aunque la decisión de imponer nuevas medidas ya existe en forma de proyecto de ley y cuenta con amplio apoyo en el Senado, la postura oficial de Washington sigue siendo que el camino diplomático y la presión con sanciones económicas deben ir de la mano para lograr resultados reales. En general, en medio de los últimos acontecimientos en la política mundial y las conversaciones activas sobre el futuro del conflicto, el Congreso de EE. UU. parece estar en una postura de intensificar la presión sancionatoria, esperando no solo afectar la economía rusa, sino también lograr las condiciones necesarias para que llegue la paz en tierras ucranianas.