En el puerto Shahid Rajaei, la instalación comercial más grande de Irán, ocurrió un accidente de gran magnitud: una explosión y un incendio intenso que se cobró la vida de al menos cinco personas y dejó más de 700 heridos
La tragedia sucedió el sábado por la mañana y aún se mantienen en discusión y bajo investigación los detalles del incidente. Según informaciones de fuentes oficiales, citando al director de la organización de gestión de crisis de la provincia de Jormozgan, Mehrdad Hasanzadeh, el número de afectados claramente está en aumento y actualmente supera las 700 personas, de las cuales varias decenas se encuentran en estado grave. La tragedia conmocionó a la región local y generó una ola de preocupación en todo el país y más allá. Una fuente del Ministerio de Aduanas de Irán informó que los especialistas responsables de la explosión atribuyen la responsabilidad a “depósitos de mercancías peligrosas y sustancias químicas almacenadas en el puerto”. Sin embargo, representantes de las compañías petroleras nacionales aseguraron que las instalaciones petroleras en la zona permanecieron intactas, y ya se han emitido declaraciones oficiales que explican la situación como consecuencia de un fallo técnico, sin causar daños graves en la estructura de la infraestructura petrolera. Cabe recordar que, anteriormente, el departamento de puertos y comunicaciones marítimas de Jormozgan informó que la explosión ocurrió cerca del muelle, que trata cargas en esa zona. Las autoridades oficiales subrayan que el accidente fue causado por fallos técnicos o errores en el almacenamiento de cargas peligrosas, aunque la investigación aún está en curso y las causas precisas del incidente se están estableciendo. Desde marzo de 2023, esta no es la primera tragedia de gran escala en instalaciones marítimas iraníes, lo que refuerza la tendencia de aumento en la tensión y la incertidumbre en la región, especialmente considerando la difícil situación política y económica interna del país. Justo el sábado por la mañana, en la zona portuaria se produjo una serie de explosiones acompañadas de incendios, y la cantidad de afectados continúa creciendo rápidamente. Este accidente ha sido otra demostración de cuán vulnerable puede ser la infraestructura crítica de Irán en medio de las tensiones geopolíticas y los desafíos internos. En este contexto, el interés de la comunidad internacional por la situación se intensifica, ya que la seguridad en puertos estratégicos y las cadenas logísticas tienen una importancia global. Mientras las autoridades iraníes prometen investigar las causas del incidente lo más rápidamente posible y de manera transparente, la población y la comunidad internacional esperan información adicional. La magnitud de los daños y el estado de los afectados se van revelando progresivamente, pero ya es evidente que esta tragedia marcará un impacto significativo en la seguridad y operación de la infraestructura portuaria del país, además de provocar restricciones y controles adicionales en el almacenamiento y transporte de sustancias peligrosas.