Durante la noche del 26 de abril, los defensores ucranianos volvieron a enfrentarse a una agresión masiva por parte de las fuerzas de ocupación rusas

Las fuerzas enemigas emplearon armamento de sabotaje en forma de tres misiles y la cantidad récord de drones — en total, 114 drones kamikaze. Este bombardeo nocturno masivo provocó alarma en todo el país, causando daños significativos y poniendo en peligro la seguridad de civiles inocentes. Según datos de las Fuerzas Aéreas de Ucrania, desde los almacenes militares del enemigo fue lanzado un misil antibuque tipo "Onix", así como dos misiles antirradiolocalización Х-31П. Además, los ocupantes emplearon la cantidad récord de drones — 114 vehículos aéreos no tripulados kamikaze, con la finalidad de generar pánico y realizar ataques destructivos contra objetivos estratégicos en nuestro país. Las unidades de defensa aérea registraron y lograron derribar con éxito 66 de estos drones de ataque tipo Shahed, que operaban en distintas regiones de Ucrania — en el este, norte, sur y en el centro. Otros 31 drones fueron destruidos o se perdieron durante el cumplimiento de la misión de combate, lo que significa que Rusia perdió una gran parte de sus fuerzas de ataque en este ataque nocturno. Los bombardeos causaron los mayores estragos y generaron pánico en varias regiones clave de Ucrania. Como resultado del ataque, resultaron dañados varios distritos: Kirovohrad, Kharkiv, Kyiv y Dnipropetrovsk. Las administraciones locales y los servicios de respuesta informan sobre viviendas afectadas, objetos de infraestructura y objetivos de importancia civil dañados. Actualmente, continúan los trabajos para eliminar las consecuencias del ataque y restablecer un sistema de defensa aérea completo para evitar futuras provocaciones de gran escala. Este nuevo ataque masivo por parte de las fuerzas rusas destaca una vez más el alto nivel de amenaza para Ucrania y recuerda la necesidad constante de reforzar las capacidades defensivas, en particular los sistemas de defensa aérea y anti-misiles. Las fuerzas militares ucranianas y los servicios estatales trabajan arduamente en el fortalecimiento de la seguridad de los ciudadanos, pero la situación sigue siendo extremadamente tensa y requiere esfuerzos conjuntos en todos los niveles del Estado y la sociedad.