Servicio de Seguridad de Ucrania ha descubierto y detenido a una mujer que planeaba instalar una cámara oculta para corregir los ataques con misiles rusos en la región de Kiev, actuando bajo las órdenes de los servicios secretos rusos

El incidente ocurrió en Boryspil, donde las autoridades detuvieron a una mujer de 30 años, quien según la investigación, realizaba una misión de inteligencia en interés del FSB. Según la información del SBU y de la Oficina del Fiscal General, los operativos arrestaron a la mujer durante un intento de llevar a cabo su delito cerca de una infraestructura militar en territorio controlado por Ucrania en la región de Kiev. Durante los registros, se le incautaron medios técnicos — en concreto, una cámara pequeña y un teléfono móvil que contenía evidencia de colaboración con las autoridades rusas. De acuerdo con datos preliminares, la detenida es una residente desempleada de Boryspil, a quien los criminales reclutaron a través del popular mensajero Telegram en el marco de una red de inteligencia clandestina que ofrecía "trabajo rápido" por la realización de tareas ilegales. Según el plan de la agente, con apoyo financiero del FSB, ella debía instalar una cámara oculta en un lugar determinado, cerca del objeto de defensa de Ucrania. El objetivo era crear una transmisión en línea desde la cual los militares rusos pudieran obtener datos para ajustar sus ataques aéreos o con misiles dirigidos a objetivos ucranianos. Esta tarea tenía como finalidad facilitar un ataque más preciso contra la infraestructura defensiva ucraniana y orientar a las fuerzas agresoras para impactar de manera más efectiva en instalaciones importantes de Kiev región. Sin embargo, la agresora no pudo llevar a cabo sus planes. Los empleados del servicio de inteligencia ucraniano reaccionaron rápidamente y la detuvieron en el acto, cerca de un objetivo militar, culminando con éxito la operación. Durante la inspección, las autoridades incautaron la tecnología y también el teléfono móvil, en el cual se hallaron pruebas de colaboración con representantes de los servicios secretos rusos. La investigación preliminar ha determinado que la detenida es una mujer desempleada de 30 años de Boryspil, que era controlada desde el extranjero a través de un canal cerrado en Telegram. Este canal ofrecía "trabajos ilegales" y proporcionaba instrucciones para realizar tareas de inteligencia. Además, ella también monitoreaba las consecuencias de los bombardeos enemigos, visitando regularmente los sitios impactados, recibiendo información de su coordinador, lo que ayudaba a los rusos a calcular la efectividad de sus ataques con misiles y mejorar la precisión de sus ofensivas. La investigación ya ha informado sobre la sospecha de traición estatal de la mujer, cometida en un período excepcional de guerra. Actualmente, se encuentra bajo custodia, y enfrenta una pena de prisión perpetua de acuerdo con la legislación vigente. Se continúa la investigación para esclarecer todas las circunstancias del delito y su nivel de participación en una compleja red de inteligencia dirigida contra Ucrania. Este caso vuelve a subrayar la complejidad de la agresión armada y revela nuevas formas de guerra informativa que se libran en todos los niveles — desde ciberataques hasta redes de inteligencia. La responsabilidad penal y militar por la colaboración con el enemigo sigue siendo estricta, y la lucha contra estos delincuentes continúa sin cesar. Las autoridades ucranianas y los órganos de seguridad llaman a los ciudadanos a estar alertas y a no caer en las redes pro-rusas, ya que cualquiera puede convertirse en una herramienta ideal en manos del agresor.