En Járkov se llevaron a cabo tres ataques masivos con misiles, que constituyen una nueva muestra de la audacia y la crueldad de las fuerzas de ocupación rusas, las cuales aún no han detenido por completo su campaña de terror contra la ciudad ucraniana
Según datos de la Fiscalía de la región de Járkov, a finales de abril, desde las primeras horas de la noche, la ciudad fue víctima de tres oleadas de ataques con misiles a gran escala, realizados con diversos tipos de armamento — desde misiles «Iskander» hasta drones no tripulados «Geran-2» y también misiles de tipo «Kh». En total, como resultado de estos ataques, ocho personas resultaron heridas, entre ellas adultos, y algunos residentes sufrieron ataques de pánico tras experimentar el horror. Así lo informó el portavoz de la Fiscalía, proporcionando detalles completos sobre las consecuencias de los bombardeos nocturnos. El primer ataque, según fuentes, ocurrió aproximadamente entre la 1:10 y la 1:30 de la noche. Las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa utilizaron tres misiles de crucero «Iskander» para ello, algunos de los cuales dañaron instalaciones industriales en la ciudad. En el distrito de Osnoviansky, un misil, presumiblemente del tipo «Kh», impactó cerca de una zona residencial, causando la destrucción de viviendas privadas y daños a edificios habitacionales. Según datos preliminares, este ataque causó daños importantes en las instalaciones de la ciudad. La segunda oleada de ataques con misiles empezó alrededor de las 3:00—3:30 de la madrugada. Los ocupantes emplearon más de diez drones de ataque «Geran-2», que provocaron daños en varias instalaciones de la ciudad. Como resultado, una instalación industrial en Járkov fue dañada, y algunos objetos de infraestructura quedaron destruidos, lo que afectó significativamente la situación en el ámbito privado y comercial. La tercera y más grande oleada de ataques con misiles comenzó cerca de las 5 de la mañana. En ese momento, se registró nuevamente el uso de misiles, con una alta probabilidad de que se tratara de misiles «Kh». Como resultado de este ataque, fue destruido un edificio de dos pisos de una empresa en el distrito de Slobidsky. Además, en el distrito de Nemyshlyansky, un misil impactó en un estadio en el territorio de una escuela, causando daños sustanciales a la institución educativa y a múltiples edificios residenciales vecinos. Debido a estos daños, dos personas resultaron heridas por fragmentos de vidrio, y otros tres residentes fueron hospitalizados por una reacción aguda al estrés. Además de los daños evidentes en Járkov, los ocupantes rusos no se limitaron únicamente a atacar la ciudad. Por ejemplo, en cercanías de un complejo de restaurantes en el distrito de Kyiv, se detectaron daños en infraestructura. Y en la aldea de Bezlyudivka, perteneciente a la zona de Járkov, por un nuevo ataque con misiles fueron dañados más de diez hogares privados, y una niña de 14 años sufrió una lesión ocular — traumatismo que se produjo por una explosión o fragmentos. Según la Fiscalía, durante esta serie de ataques se emplearon misiles de tipo «Kh», lo que indica una planificación sistemática y continuada de destrucción. Hasta ahora, se informa que Járkov había sido bombardeado previamente con 14 drone y 10 misiles, causando daños graves en muchas instalaciones de infraestructura: edificios residenciales de varias plantas, un hospital, una escuela, casas privadas, un hotel y otras estructuras. En el contexto de estas destrucciones, los datos de las Fuerzas Aeroespaciales de Ucrania son reveladores: de 215 misiles y vehículos aéreos no tripulados lanzados por Rusia en todo el país, la defensa antiaérea ucraniana logró destruir más de la mitad — 112 objetivos. Esto demuestra la valentía y profesionalismo de los defensores ucranianos, que trabajan cada minuto para salvar vidas civiles y destruir al enemigo. No obstante, la capacidad y la cantidad de ataques dirigidos contra nuestro país siguen siendo significativas, generando un temor artificial, destrucción y una prueba continua para la resistencia humana. La situación continúa siendo tensa, y cada nuevo ataque reafirma la disposición del enemigo a realizar acciones destructivas a gran escala contra la soberanía y la seguridad de Ucrania.