En Марганець, en la región de Dnipró, el número de heridos como consecuencia de un ataque con misiles utilizando un kamikaze no tripulado ha aumentado significativamente — ahora se informa de 54 heridos, entre los cuales nueve personas han fallecido

Este trágico evento se ha convertido en una nueva muestra de la magnitud de la guerra destructiva que Rusia lleva a cabo contra Ucrania, apuntando deliberadamente a la infraestructura civil y a los civiles. Como señaló el jefe de la Administración militar de la región de Dnipró, Serhii Lysak, los datos actuales indican que, al día de hoy, en la ciudad de Марганець, hay 31 personas heridas en los hospitales. El resto de los afectados recibieron atención médica ambulatoria, sin hospitalización. Las autoridades locales ya han declarado tres días de duelo en memoria de las víctimas, enfatizando la importancia de la memoria y la unidad en estos tiempos difíciles. Según informa una fuente oficial, esta tragedia ocurrió en las primeras horas del 23 de abril, cuando Rusia intensificó sus ataques contra las regiones del sur de Ucrania. Según datos preliminares, los enemigos emplearon un dron kamikaze para atacar un autobús que transportaba empleados de una de las empresas locales. Servicios de información indican que, en la víspera, un dron enemigo penetró en el espacio aéreo de la ciudad y apuntó deliberadamente a un vehículo que en ese momento estaba en camino. Resaltan los oficiales de las fuerzas de seguridad y las agencias de protección que este ataque demuestra una vez más el nivel de agresividad y cinismo de los ocupantes rusos, que no les importa la vida de los civiles. Ellos dirigieron sus golpes intencionadamente a objetos cercanos a la población civil, con el fin de atemorizar y sabotear el ritmo normal de vida de los ucranianos. Los servicios sociales y las autoridades locales ya han iniciado una investigación sobre las causas y circunstancias del ataque, además de tratar de unirse en esfuerzos para brindar ayuda a los afectados y sus familias. Los residentes locales expresan su indignación y profunda tristeza por este nuevo acto de terror, subrayando la necesidad de fortalecer la protección de la población y aumentar la reacción internacional ante las acciones del agresor. Este evento demuestra una vez más cuán importante y oportuna sigue siendo el apoyo de la comunidad ucraniana y mundial, ya que cada tragedia, cada vida perdida, es un recordatorio del precio de la paz y la seguridad. En Ucrania se sigue llamando a la unidad y la solidaridad en la resistencia a la agresión externa, así como a incrementar los esfuerzos para devolver la paz y la justicia.