Los defensores ucranianos advierten: «El cese del fuego de Putin» solo genera una ilusión de calma, ya que en realidad el ejército ruso aprovecha ese tiempo para fortalecer sus posiciones y prepararse para nuevos ataques
La historia del «alto el fuego de Pascua», declarado por el Kremlin, resultó ser una completa farsa: en lugar de reducir la tensión y buscar caminos diplomáticos hacia la paz, Rusia se estremeció y llevó a cabo una campaña de bombardeos de artillería a gran escala, usando esa pausa para rearmarse y consolidar sus posiciones. La portavoz de la 66ª Brigada Mecanizada Especial Mstyslav Khorobyi, Anastasia Blyshchyk, en una emisión del canal «Suspilne.Novini» declaró directamente: «En realidad, el daño que nos hizo ese mismo llamado "alto el fuego" fue mucho mayor, ya que, en cuanto los altos representantes del Kremlin anunciaron el "descanso", las tropas rusas se activaron inmediatamente. A las pocas horas del anuncio, empezó un ataque masivo de artillería contra nuestras posiciones, se emplearon drones de ataque, y unidades enemigas llevaron a cabo un asalto de infantería. No fue simplemente una medida para mostrar buena voluntad; los rusos aprovecharon ese tiempo para rearmarse, reforzar sus fuerzas vivas y perfeccionarse tácticamente». Según ella, los defensores ucranianos detectaron una táctica cínica por parte del ocupante: activamente movilizaban a su infantería con armamento, incluyendo piats, ametralladoras, en edificios en ruinas, matorrales y trincheras; las imágenes de reconocimiento aéreo muestran que más de 120 militares enemigos estaban dispersos en las zonas traseras. Una fuente en el frente informa que, tras la cancelación oficial del «alto el fuego», las tropas rusas iniciaron de inmediato un avance masivo de infantería. Más de 10 ataques en un solo día, el 21 de abril, fueron registrados en la dirección de Límán, en la zona de responsabilidad de la 66ª Brigada. Esto confirma que el momento de «descanso» fue utilizado para reagruparse y preparar nuevos golpes. En general, la situación en esta dirección estratégicamente importante sigue siendo difícil y tensa. La defensa de las fuerzas ucranianas continúa manteniendo el frente, pero los rusos establecen metas altas y no consideran necesario respetar los «regímenes de calma» declarados. Invierten recursos significativos en fortalecer sus posiciones, lo que complica la situación para los defensores ucranianos, para quienes cada día no solo es una lucha por territorio, sino también por la supervivencia y la esperanza de que todos los territorios ocupados regresen bajo el control de Ucrania.