La profunda crisis en el clima del Pentágono abarca: han aparecido datos sobre amenazas de inspecciones masivas y despidos en masa bajo la dirección de Pete Gegset

Chas Pravdy - 22 abril 2025 16:21

Las últimas semanas en el Departamento de Defensa de EE. UU. han estado marcadas por un aumento en la tensión, la desconfianza y la presión psicológica entre los funcionarios. Según fuentes confiables, en particular el periódico The Times, en la estructura del Ministerio de Defensa se ha desatado una auténtica operación de inspecciones masivas y posibles purgas que recuerdan mucho al chantaje político y a la lucha interna. Esta situación ha causado una preocupación aguda y una inseguridad no solo entre los altos cargos, sino también entre los empleados de fila, lo que dificulta el trabajo normal y conduce a la destrucción de la estabilidad interna de la institución. De acuerdo con la información disponible, en el departamento se tiene conocimiento de correos electrónicos enviados en los que se advierte oficialmente sobre la posible realización de verificaciones con detector de mentiras. Este paso, según indican las fuentes, ha generado un ambiente de incertidumbre y miedo que se cierne sobre cada trabajador. Además, críticos y analistas coinciden en que dicha práctica contraviene las normas de ética profesional y provoca una presión sistémica sobre los cuadros que tienen motivos políticos y personales. Uno de los principales síntomas de esta situación tensa ha sido la masiva salida de altos funcionarios en la semana pasada. Las fuentes informan que, debido a ello, el ministro de Defensa, Pete Gegset, se ha visto en una especie de vacío de poder: los consejeros clave y los viceministros han dejado sus cargos, dejándolo solo frente a una realidad interna compleja. Se sospecha que estas rotaciones tienen más un fondo político que técnico: en los comentarios oficiales se expresa la idea de que en el Pentágono ahora existe un objetivo concreto, no solo de verificar la lealtad y la honestidad de posibles agentes, sino también de rastrear quién pudo estar vinculado a filtraciones de información secreta a los medios. Según informantes, una práctica que despierta especial preocupación es la que imita la experiencia del Ministerio del Interior — el conocido régimen de “limpieza”, en el que se exige a los funcionarios entregar sus teléfonos para una revisión política y análisis de su actividad en redes sociales. Este enfoque, sorprendentemente, se ha convertido en un signo de que, ante las revelaciones escandalosas de información confidencial, la política interna decisiva del departamento vuelve a ser objeto de intensos debates y luchas por el control. En círculos militares y de expertos políticos se multiplican las predicciones y temores de que esta situación pueda conducir a un efecto de mayor desestabilización. Una fuente cercana a la alta dirección declaró: «Los funcionarios en el Pentágono sienten miedo cada día a ser despedidos, y esta presión psicológica está destruyendo su capacidad de trabajo. Considerando esta situación, será muy difícil que se mantengan en sus puestos a corto plazo — estoy casi seguro de que Gegset no podrá permanecer mucho tiempo como ministro de Defensa». Al mismo tiempo, en Washington continúan las batallas políticas sobre quién será el próximo jefe del Departamento de Defensa. Los medios informan que en la Casa Blanca ya se ha conformado un plan para encontrar un nuevo candidato para ese cargo. Sin embargo, la postura oficial de la administración presidencial permanece moderada: en el gabinete enfatizan que, por el momento, no hay decisiones sobre cambios en el personal y que el exministro Gegset continúa cumpliendo sus funciones en modo normal. Cabe señalar que en los círculos políticos se discuten los acontecimientos en torno a Gegset. Se ha filtrado información de que el reciente escándalo estuvo relacionado con la filtración de información militar clasificada a familiares del ministro a través de un chat encriptado en Signal. Al mismo tiempo, en la administración del expresidente Donald Trump niegan cualquier plan de reemplazar a Gegset en este momento y subrayan que él cumple satisfactoriamente con su labor. El propio Trump expresó con entusiasmo su apoyo al trabajo del ministro de Defensa, lo que nuevamente confirma su respaldo al actual liderazgo del Departamento, a pesar de las controversias públicas y los escándalos internos. En resumen, la situación en el Pentágono sigue siendo tensa e impredecible. Las amenazas de inspecciones masivas, los despidos en masa y los conflictos internos generan las condiciones para una posible crisis política y de gestión significativa en el departamento militar de EE. UU. Cómo afrontar esto todavía es una incógnita.

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