En los Estados Unidos ha surgido una historia misteriosa notable que genera una creciente resonancia social y refuerza las preguntas sobre la seguridad de los datos personales de los ciudadanos y migrantes del país

Chas Pravdy - 22 abril 2025 04:17

Se trata de que las estructuras ministeriales, en particular una división dirigida por Elon Musk — el Departamento de Eficiencia Estatal (DOGE), supuestamente han obtenido acceso exclusivo a una de las bases de datos más confidenciales de EE. UU.: el sistema ECAS, que contiene datos personales de millones de inmigrantes, tanto legales como ilegales. La opinión pública y los expertos ya han comenzado a expresar una profunda preocupación respecto a las posibles consecuencias de esta situación. La fuente principal de la información fue el prestigioso periódico estadounidense The Washington Post, que informó que DOGE, una estructura liderada directamente por el multimillonario y empresario Elon Musk, recibió permiso oficial para acceder a la base de datos cerrada del Departamento de Justicia de EE. UU. Según fuentes dentro del medio, y de informes internos, ya la semana pasada — el viernes — al menos seis asesores de DOGE, que colaboran en el marco del Ministerio de Justicia, obtuvieron autorización oficial para conectarse al sistema ECAS. Sin embargo, los representantes del Ministerio se negaron a hacer comentarios respecto a esta situación, alegando la necesidad de mantener la confidencialidad y de no revelar detalles de los procedimientos internos. ¿Pero qué es exactamente el sistema ECAS? De acuerdo con la información oficial del Ministerio de Justicia de EE. UU., este sistema electrónico es una herramienta clave para llevar un registro completo de los asuntos migratorios. Contiene datos detallados sobre los inmigrantes, incluyendo nombres, direcciones, historial de interacción con los servicios migratorios, testimonios judiciales y contactos con las fuerzas del orden. Es un archivo electrónico en el que se almacenan todos los documentos y datos relativos a la estancia en el país y a los procedimientos migratorios. Según especialistas, esta base debe ser estrictamente confidencial y accesible solo para personas autorizadas, como los propios inmigrantes o sus abogados que actúan en representación del cliente. El problema radica en que el acceso a esta base por parte de cualquier entidad estatal o privada sin las autorizaciones y procedimientos adecuados puede violar derechos fundamentales relativos a la privacidad y protección de datos personales. Lo más preocupante es la posibilidad de que dicho acceso a ECAS se esté llevando a cabo sin el cumplimiento adecuado de las normativas jurídicas por parte de DOGE. Circulan ahora primeros informes que indican que algunos empleados de esta dependencia, pese a todo, deberían haber obtenido permisos oficiales superiores para trabajar con esta información confidencial. Sin embargo, la posición oficial del Ministerio de Justicia permanece neutral: sus representantes se negaron a confirmar o negar si a ellos realmente se les permitió trabajar con ECAS y con qué propósito. El interés creciente en esta situación no solo está motivado por posibles violaciones de privacidad, sino también por cuestiones políticas y legales. Los expertos ya advierten que este tipo de acceso recuerda la apatía por los principios de privacidad establecidos en la legislación estadounidense. Porque el sistema ECAS fue creado para proteger los datos personales de los inmigrantes, y su uso sin su conocimiento o en violación de las normas de confidencialidad puede tener graves consecuencias para los derechos de las personas. Además, hay que recordar que ya en febrero de este año, DOGE tuvo acceso a un sistema de pagos del Ministerio de Finanzas, que maneja más de cinco billones de dólares anualmente. Por tanto, la actividad de esta estructura genera cada vez más interés y sospechas respecto a su rol en los sistemas de seguridad y control. Aún quedan varias preguntas sin respuesta: ¿Para qué fue necesario un acceso tan amplio a los datos de los inmigrantes? ¿Quién y en qué base autorizó la entrada a ECAS? Y, lo más importante, ¿cuáles son los objetivos que persigue DOGE con esta actividad? Los abogados subrayan que cualquier acción que viole la privacidad de los ciudadanos debe ser estrictamente regulada y ajustada a la legislación vigente. Sin embargo, sin explicaciones concretas de las autoridades, las dudas solo crecen. En general, la situación del posible acceso a ECAS es un recordatorio adicional de la urgente necesidad de fortalecer el control sobre el respeto de los derechos humanos y la protección de la información privada en EE. UU. Teniendo en cuenta los precedentes de años anteriores y el creciente papel de las corporaciones privadas en la esfera de la seguridad, la confianza en las instituciones públicas se vuelve especialmente relevante. La ONU y los órganos de derechos humanos ya llaman a la transparencia y la rendición de cuentas, mientras que los activistas sociales piden una investigación exhaustiva para esclarecer los motivos y el alcance de las actividades de DOGE en este contexto. La transparencia y la responsabilidad no solo afectarán la reputación del gobierno de EE. UU., sino también el futuro seguro de millones de inmigrantes cuyos datos están en riesgo.

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