El Servicio de Seguridad de Ucrania, en colaboración con la Oficina del Procurador General, ha anunciado la sospecha formal contra otro grupo de altos representantes de la Iglesia Ortodoxa Rusa (IOR), quienes han colaborado activamente en la agresión rusa y la ocupación de territorios ucranianos

Este comunicado de prensa fue divulgado recientemente, en el que la investigación ha determinado la culpabilidad de 14 metropolitanos y arzobispos que contribuyeron directamente a la implementación de la estrategia geopolítica del Kremlin en tierra ucraniana. Fuentes de las fuerzas del orden informan que los implicados comenzaron a colaborar con la administración de ocupación desde los primeros meses de la invasión a gran escala. Según la investigación, estos participaban en las estructuras directivas del «Sínodo Sagrado» de la Iglesia Ortodoxa Rusa, controlado por Moscú — la llamada mayoría, que operaba bajo el patrocinio de la jerarquía patriarcal de Moscú, y sobre la cual claramente ejercían influencia los servicios secretos rusos y la élite política de la Federación Rusa. De acuerdo con los materiales de una investigación detallada, desde 2022 hasta 2024, estos altos cargos colaboraron activamente con el liderazgo de Moscú, contribuyendo a la captura y subordinación de las comunidades religiosas ucranianas bajo su influencia. Ayudaron a implementar las decisiones del liderazgo de la Iglesia Ortodoxa Rusa respecto a la toma violenta de bienes eclesiásticos en las regiones temporalmente ocupadas: Zaporiyia, Lugansk, Donetsk, Jersón y Crimea. Bajo su dirección, se llevaron a cabo transferencias forzadas de comunidades eclesiásticas ucranianas a la jurisdicción de Moscú. También se sabe que, durante las ocupaciones y las pseudo-conversiones confesionales en las iglesias capturadas, fueron designados líderes leales a Moscú, y los nuevos obispos y arzobispos propagaron activamente ideas de la propaganda rusa, justificando las acciones militares de Rusia contra Ucrania y exaltando el régimen de ocupación. Entre los sospechosos se encuentran metropolitanos y arzobispos que representan diferentes regiones de Rusia, entre ellos: Alexander Snigur (con la denominación religiosa Artemiy), metropolitan de Khabarovsk y Priamurye; Mikhail Kondratyev (Mefodiy), obispo de Kamyansk y Kamyshivsky; Vitaliy Yermakov (Ambrosiy), métropolit de Tver y Kashin; Leonid Gorbachev, exarca patriarcal en África; Andriy Malachanov, arzobispo de Petropavlovsk y Kamchatka; Pyotr Mansurov (Pyotr), obispo de Kalachinsk y Muromtsev; Mykola Tserpytsky (Léon), métropolit de Novgorod y Velikorus; Yuriy Epifanov (Arseni), métropolit de Lipetsk y Zadonsk; Mikhaylo Nakonechnyy (Kirill), métropolit de Kazan y Tatarstan; Oleksiy Kryvenko (Mykola), obispo de Pivnichnobaykalsky y Sosnovo-Ozersky; Valeriy Golubev (Ilya), arzobispo de Anadyr y Chukotka; Yan Kайgorodtsev (Ilarion), obispo de Kineshemsk y Palekh; Illia Peryov (Tarasiy), obispo de Pivnichnomorsk y Umb; y también el arzobispo Rovenky y Sverdlovsk, Oleksandr Taranov. Todos estos jerarcas ortodoxos recibieron notificación de sospecha por ausencia por cargos que contemplan responsabilidad penal por facilitar acciones del estado agresor para cambiar las fronteras de Ucrania y violar su orden constitucional. Se trata de un artículo que castiga la complicidad en violaciones de la integridad territorial y la soberanía, cometidas con premeditación y en conspiración previa. Actualmente, continúan las investigaciones para responsabilizar a otros implicados, así como se llevan a cabo medidas integrales para buscar y detener a los culpables, quienes son sospechosos de delitos contra la independencia y la integridad territorial de Ucrania. Las autoridades ucranianas subrayan que la labor en este ámbito continúa y que pronto serán llevados ante la justicia todos los responsables de facilitar las acciones de ocupación. Este paso por parte de las agencias de inteligencia ucranianas demuestra un enfoque sistémico en la lucha contra la red de espionaje rusa y su influencia en el ámbito religioso, que apoya y promueve activamente las fuerzas de ocupación. Al mismo tiempo, resalta la importancia de proteger los intereses estatales y la integridad territorial de Ucrania, que siguen siendo prioridades en la lucha por mantener la soberanía.