El presidente de Francia, Emmanuel Macron, está considerando la posibilidad de disolver el parlamento y convocar elecciones anticipadas ya este otoño, una de las principales cuestiones políticas en medio de intensos debates dentro de su entorno, informa Bloomberg citando fuentes confiables

Esta información, también confirmada por "La Verdadera Europa", indica que la decisión aún no ha sido tomada, pero ya existen varios escenarios de cómo podría evolucionar la situación. Según los interlocutores de la agencia, Macron ha estado consultando durante varias semanas con asesores y allegados sobre posibles pasos que le permitan fortalecer su posición de cara a las próximas elecciones y, posiblemente, cambiar el rumbo político del país. Curiosamente, la mayoría de las elecciones parlamentarias en Francia están actualmente previstas para 2029, y el proceso de su celebración sigue un calendario habitual. Por ello, la consideración de un escenario de disolución anticipada del parlamento tiene un carácter puramente político y potencialmente afectará la estabilidad futura. Entre las opciones discutidas a alto nivel está la de esperar hasta el próximo año para realizar unas elecciones simultáneas para la Asamblea Nacional y los gobiernos municipales en 2026; sin embargo, expertos y analistas políticos consideran que tal plan puede ser arriesgado y que probablemente no será apoyado. Finalmente, según fuentes, a Macron se le aconsejó no arriesgarse y mantener la estabilidad de la situación política, ya que la convocatoria de elecciones extraordinarias en el corto plazo podría debilitar sus posiciones. Al mismo tiempo, en diciembre de este año el propio presidente aseguró a los líderes políticos que haría todo lo posible para evitar unas elecciones anticipadas antes de que finalice su mandato, programado para 2027. Los representantes de la oficina presidencial se negaron a comentar oficialmente la idea de disolver el parlamento, aunque una fuente cercana a Macron confirmó que los planes del jefe de Estado permanecen sin cambios. Las encuestas de opinión pública publicadas en marzo muestran cierto repunte en el apoyo a Macron: su índice de aprobación ha subido hasta el 31%, lo cual es un indicador importante, dado que representa un aumento de siete puntos con respecto al mes anterior y se acerca casi al nivel registrado antes de las elecciones parlamentarias del año pasado. Los analistas señalan que tal subida se debe a la intensa actividad diplomática de Macron en el escenario internacional, en particular, su gira por Europa, dirigida a contrarrestar la política de la administración de Donald Trump y a buscar nuevos alianzas en la actual situación geopolítica. Además, Macron ha logrado crear una plataforma adicional para consolidar a los aliados europeos que apoyan a Ucrania y buscan fortalecer la soberanía europea. Esto ha contribuido a aumentar su apoyo entre las élites y el público en general. Sin embargo, en algunos círculos de socios internacionales y expertos políticos existen temores de que la disolución del parlamento y las posibles elecciones anticipadas puedan profundizar la inestabilidad política en Francia, e incluso conducir a una redistribución del poder. Es notable que el verano pasado su coalición política sufrió pérdidas significativas: la ultraderechista "Reunión Nacional" obtuvo el mejor resultado en su historia. La política de "Reunión Nacional" sigue siendo tan popular que su líder, Marine Le Pen, continúa siendo una de las principales candidatas a ganar en las próximas elecciones presidenciales. Sin embargo, debido a cuestiones judiciales por sus irregularidades financieras, Le Pen recibió una prohibición de cinco años para participar en elecciones, lo que pone en duda su capacidad para ser candidata. Las encuestas recientes muestran interés en sus posibles sucesores, en particular, Jordan Bardella, quien ya lidera las encuestas de favoritos para ocupar la presidencia en 2027. Otro aspecto importante es el proceso judicial en torno a Le Pen, que continúa desarrollándose. El Tribunal de Apelación de París decidirá en los próximos meses si revoca la condena y restaura sus derechos políticos. Esto da esperanzas a sus partidarios de que podrá regresar a la política y participar en las próximas elecciones presidenciales, lo cual, según analistas, podría cambiar drásticamente el panorama político de Francia en los próximos años. En resumen, la situación en torno al futuro rumbo político de Francia sigue siendo tensa e incierta. Macron y su equipo evalúan cuidadosamente todos los posibles escenarios, buscando un equilibrio óptimo entre estabilidad y capacidad de responder a los desafíos de política interna y externa. Los procesos internos, en particular, la preparación para eventuales elecciones anticipadas y la lucha por la apoyo político, prometen traer más sorpresas a la arena política francesa en los próximos meses.