Detalles de la propuesta de EE

Chas Pravdy - 22 abril 2025 19:30

UU. para Ucrania: reconocimiento de Crimea como territorio ruso y un nuevo escenario de paz En el marco de la preparación para la próxima reunión en Londres, donde se discutirán los siguientes pasos para detener la guerra entre Rusia y Ucrania, Estados Unidos presenta a Ucrania un plan bastante controvertido y arriesgado que ha generado un verdadero revuelo en círculos políticos y diplomáticos. Según medios estadounidenses y fuentes, en particular el periódico The Washington Post, Washington tiene la intención de proponer a Kyiv su propia estrategia de resolución del conflicto, que incluye varios puntos complejos e incluso contradictorios. De acuerdo con las fuentes, durante las negociaciones en París la semana pasada, EE.UU. presentó a Ucrania su versión de una fórmula de paz, que contempla el reconocimiento oficial por parte de Washington de la anexión rusa de Crimea — es decir, el retorno de esta territorio bajo control de Rusia, lo que provocó indignación y preocupación en Kyiv. Entre las propuestas también están la eliminación de las sanciones contra Rusia a cambio del cese de las operaciones militares y la retirada de las tropas rusas de los territorios ucranianos. Así, EE.UU. efectivamente ofrece a Kyiv aceptar una paz intermedia a cambio de concesiones que provocan gran insatisfacción tanto en los socios de la OTAN como en las autoridades ucranianas. La reacción de los políticos y diplomáticos ucranianos dejó claro que la Kyiv oficial ha recibido estas propuestas con cautela e incluso cierta desconfianza. Un asesor no identificado del presidente Volodymyr Zelenskyy dijo que en la propuesta de EE.UU. hay elementos con los que Ucrania podría estar de acuerdo, pero también muchas cláusulas que enfrentan resistencia y objeciones. Lo más alarmante, según fuentes, es la demanda de reconocer Crimea como territorio ruso, lo cual contradice directamente la posición de Ucrania y el derecho internacional. Muchos expertos y comentaristas políticos señalan que tal paso sería un golpe serio a la soberanía del país y socavaría su posición en el conflicto. Al mismo tiempo, en círculos de política exterior y tras bambalinas de la diplomacia, se discute activamente la situación en torno a la presión de EE.UU. sobre Ucrania, que cada vez se califica más como agresiva y “asqueante”— en particular, por las exigencias de que Kyiv haga concesiones. Los representantes de la administración estadounidense afirman que en sus relaciones con Kyiv no hay decisiones coercitivas, y garantizan que el proceso de negociación aún está en marcha, y que todas las propuestas organizadas son solo ideas para discutir. Sin embargo, en Ucrania crece la preocupación: la respuesta a la pregunta sobre las verdaderas intenciones de EE.UU. aún está abierta, y muchos políticos ucranianos temen que Washington pueda abandonar su apoyo y regresar a una política de “amenaza de reducir la ayuda” mediante un acuerdo de compromisos, que podría conducir a un “acuerdo congelado”, dejando a Moscú con tierras ocupadas y suavizando las sanciones occidentales. Desde todos lados se escuchan advertencias: no es ningún secreto que los verdaderos objetivos de Washington no son solo el reconocimiento y la institucionalización de las conquistas rusas, sino también crear condiciones para mantener influencia y control sobre la región durante muchos años. En este contexto, algunas fuentes diplomáticas europeas ya hablan de la necesidad de reforzar la política de sanciones y de activar esfuerzos internacionales para congelar los activos rusos, que todavía permanecen en bancos occidentales. La cumbre prevista en Londres el 23 de abril debe convertirse en un punto clave para la formulación de una nueva estrategia, incluyendo aspectos como las garantías de seguridad, recursos financieros y formas de ayudar a Ucrania en la reconstrucción posconflicto. Curiosamente, según declaraciones de funcionarios estadounidenses, en el marco de esta estrategia Washington planea presentar un nuevo plan de paz “innovador” que, según ellos, podría tener en cuenta los intereses de todas las partes. Sin embargo, los detalles de su contenido aún permanecen en duda. Después de un prolongado período de silencio en las relaciones entre Ucrania y EE.UU., en Kyiv cada vez más temen que este plan pueda convertirse en una nueva forma de presión y engaño, que nuevamente recaerá sobre los hombros de Ucrania. En general, en víspera de las próximas negociaciones en Londres, crecen las tensiones y la ansiedad sobre las perspectivas de resolución del conflicto. Ucrania y sus aliados buscan encontrar un camino hacia la paz que no traicione sus intereses nacionales y soberanía. Sin embargo, la confianza en la sinceridad de las intenciones estadounidenses decrece, y muchos analistas ya señalan que el juego diplomático se vuelve cada vez más complejo y enrevesado, y la comunidad internacional, dado lo ocurrido recientemente, se inclina cada vez más a prepararse para escenarios más duros y nuevos desafíos en este conflicto.

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