A la luz de las recientes conversaciones diplomáticas y los rápidos cambios en el contexto de la guerra entre Ucrania y Rusia, han surgido nuevas señales que podrían impactar drásticamente el desarrollo del conflicto y el proceso de paz futuro

Chas Pravdy - 22 abril 2025 20:23

Según una publicación británica, Financial Times, que cita a tres altos funcionarios cercanos a la dirección estadounidense, el líder del Kremlin, Vladimir Putin, realizó una propuesta inesperada para congelar la línea del frente en Ucrania. Esta es la primera declaración oficial del presidente ruso desde el inicio de la agresión a gran escala hace tres años. De acuerdo con fuentes de FT, la semana pasada Putin, durante negociaciones con el enviado del presidente de EE. UU., Steve Vіtkoff, resaltó que Moscú está dispuesto a renunciar a sus pretensiones de controlar las partes no ocupadas de cuatro regiones ucranianas. Esta declaración fue una sorpresa, ya que anteriormente la Rusia oficial mantenía una postura máxima de dureza respecto a sus objetivos en la guerra, exigiendo la capitulación de Kiev y amenazando en varias ocasiones con nuevas conquistas. En realidad, este paso puede considerarse como el primer aviso de una ruptura con la retórica máxima de Moscú acerca de su disposición a abrir un nuevo camino en el proceso de negociaciones. En el contexto de esta propuesta, Washington supuestamente ha presentado sus propias opciones para una posible resolución del conflicto, algunas de las cuales ya están en el radar de los medios. Sin embargo, en los círculos diplomáticos persisten temores acerca de las verdaderas intenciones del Kremlin. Funcionarios europeos que compartieron sus opiniones con periodistas bajo condición de anonimato consideran que Putin podría usar esta concesión para jugar políticamente con Estados Unidos. En particular, aumenta el riesgo de que Moscú intente usar esta "penúltima" para presionar a la administración de Joe Biden y obtener otras demandas más duras y directas. Se habla específicamente de la posibilidad de forzar a Rusia a reconocer la anexión de Crimea o de imponer una prohibición a la entrada de Ucrania en la OTAN — una cuestión que lleva mucho tiempo en la agenda del Kremlin y que genera profunda preocupación en Kiev y sus aliados. La situación política interna en EE. UU., así como el deseo de Trump, en caso de su posible regreso a la Casa Blanca, de obtener palancas de presión en los juegos políticos, añaden más tensión. Cabe señalar que, días antes, los medios estadounidenses informaron sobre próximas negociaciones en Londres el 23 de abril, donde ministros de asuntos exteriores y altos funcionarios de Ucrania, EE. UU. y Europa discutirían opciones para finalizar el conflicto. Según fuentes, uno de los principales temas será la propuesta de reconocer por EE. UU. la anexión de Crimea por parte de Rusia y la idea de congelar la línea del frente. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, afirmó oficialmente que Kiev aún no ha recibido propuestas oficiales de ese tipo. Al mismo tiempo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien recientemente declaró la posible publicación de su "plan de paz" para Ucrania, señaló que en la próxima semana revelará todos los detalles y compartirá sus propuestas. Esto genera aún más preguntas sobre los próximos pasos de EE. UU. y Rusia, que podrían influir significativamente en la duración y el carácter de la guerra. En general, la situación sigue siendo tensa y propensa a cambios rápidos. A la luz de las nuevas iniciativas diplomáticas, Moscú, Kiev y Washington se encuentran en un estado de incertidumbre, y cada uno intenta encontrar su solución óptima. Sin embargo, lo evidente es que la crisis ucraniana permanece compleja, y las hormonas del conflicto están al borde de una nueva escalada o de un posible avance hacia la paz.

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