Los ocupantes rusos llevaron a cabo otro ataque a gran escala contra Ucrania en la noche del 21 de abril, utilizando un amplio arsenal de armas de ataque, entre ellas misiles «Oniks», Kh-31P, así como más de 90 drones kamikaze de tipo Shahed y simuladores de diversas clasificaciones
Según la información publicada por las Fuerzas Aéreas de las Fuerzas Armadas de Ucrania en su canal oficial de Telegram, como resultado del ataque, los defensores ucranianos lograron derribar con éxito 42 drones de diferentes tipos, lo que representa una contribución significativa a la contención del avance enemigo y a la protección de infraestructuras críticas. Según los militares, en el frente se confirmó la destrucción de 42 drones kamikaze Shahed que intentaban dañar zonas clave del país —en el este, norte, sur y centro. También se informa que otros 47 drones simuladores se perdieron sin efectos importantes para la defensa ucraniana, lo que genera optimismo respecto a la capacidad de las fuerzas ucranianas de resistir la agresión incluso en condiciones difíciles. Los ataques con misiles se llevaron a cabo desde el mar y desde territorios ucranianos ocupados. Así, el enemigo apuntaba a objetivos en territorio ucraniano lanzando misiles desde el espacio aéreo sobre la zona del Mar Negro, así como desde Crimea temporalmente ocupada. Los bombardeos desde ciudades rusas —Millerovo, Kursk, Bréansk— y desde la localidad de Guardias en el península son especialmente activos, lo que genera una seria preocupación por la escalada de la situación en las fronteras suroeste de Ucrania. Los esfuerzos de la defensa antiaérea ucraniana en estos momentos han sido sumamente coordinados. Las unidades aéreas, los sistemas de defensa antimisiles, los sistemas de guerra electrónica (EW), así como los grupos móviles de fuego de las fuerzas de defensa de Ucrania, actuaron coordinadamente para repeler los ataques y proteger a la población y las instalaciones de infraestructura. Los militares subrayan que gracias a estas medidas es posible reducir significativamente las pérdidas y mantener el control sobre las zonas más valiosas para Ucrania. Los ataques rusos continuos indican que la intensidad de las operaciones militares se mantiene alta y que se emplea un amplio conjunto de armas para alcanzar los objetivos estratégicos en Donbás y otras áreas clave. Los defensores ucranianos siguen movilizando todos los recursos posibles para enfrentar a los ocupantes, impidiéndoles avanzar más y causándoles importantes pérdidas. Es evidente que la situación sigue siendo tensa y que cualquier nuevo golpe requiere la máxima movilización de los recursos y fuerzas del ejército ucraniano para defender la paz y la seguridad en su tierra.