Los medios de comunicación difundieron las primeras versiones sobre las causas de la muerte del Papa Francisco
Las agencias de noticias internacionales han publicado los primeros datos que podrían arrojar luz sobre las circunstancias de la muerte repentina del Pontífice de 88 años, el Papa Francisco de la Iglesia Católica. Según las conclusiones preliminares, la causa principal del fallecimiento fatal del Pontífice pudo haber sido un ictus — una interrupción brusca del flujo sanguíneo en el cerebro, que provocó complicaciones graves para su salud. Fuentes cercanas a la jerarquía eclesiástica y al contexto, en referencia al periódico italiano Corriere Della Sera, informan que en las próximas horas la Santa Sede comunicará oficialmente la causa definitiva de la muerte del Pontífice. Al mismo tiempo, otra agencia de noticias italiana, ANSA, que cita a fuentes familiarizadas con la situación, afirma que la causa del fallecimiento fue una hemorragia cerebral que ocurrió de manera repentina y sin signos previos evidentes. Según informan durante el intervalo entre las declaraciones oficiales, la muerte del Papa Francisco ocurrió en la madrugada del lunes, 21 de abril, a las 7:35 horas locales en su residencia — la Casa Santa Marta en el Vaticano. Se señala que la muerte ocurrió de manera inesperada y no estuvo directamente relacionada con patologías de los órganos respiratorios u otros problemas de salud típicos de las personas mayores. En el momento de su muerte, el Pontífice todavía era un líder espiritual activo, aunque debido a su edad — casi 89 años — su estado físico ya no era totalmente estable. El historial de eventos resulta bastante elocuente: un día antes, en la alegría de la Pascua del 20 de abril, el Papa Francisco salió a la liturgia en la Basílica de San Pedro, en encuentro con los fieles. Sin embargo, por recomendación de los médicos, no participó en la tradicional misa de Pascua en el Vaticano para evitar posibles complicaciones. No obstante, al final de la ceremonia, apareció en el balcón para todos los fieles con un breve mensaje "Urbi et Orbi" ("A la ciudad y al mundo"), que fue leído en su nombre por el cardenal Angelo Comastri. Según los expertos médicos, esta aparición fue puramente simbólica y no implicaba una participación activa en las obligaciones oficiales debido a su estado de salud. Se sabe que la salud del Papa Francisco en los últimos meses había generado preocupación por su debilidad y enfermedades crónicas, pero nadie pronosticaba pérdida de conciencia ni la repentina muerte. La reacción internacional no tardó en llegar: el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, expresó su sincero pésame y recordó que la muerte de Francisco causa tristeza a millones de fieles en todo el mundo, ya que su actividad constante y moderada dejó una huella en los corazones de muchos. A nivel más alto, aún esperan declaraciones oficiales y explicaciones por parte del Vaticano, pero ya es evidente que la muerte de este distinguido líder espiritual constituirá un importante impacto moral y espiritual para la comunidad católica y para todo el mundo cristiano. Queda la preocupación de que el diagnóstico de las causas de la muerte abra la puerta a muchas especulaciones y debates en los medios internacionales.