Vladimir Zelensky se enojó después del ataque con misiles sin precedentes en Járkov: «Hay que ser una desvergüenza abierta para lanzar golpes así»

El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, en su emotivo discurso condenó enérgicamente el nuevo ataque con misiles por parte de los ocupantes rusos en Járkov, que ocurrió en la madrugada del 18 de abril. Como resultado del ataque, se destruyó la vida pacífica de uno de los mayores centros industriales y culturales del país, y la cantidad de heridos y fallecidos aumentó significativamente. Según datos oficiales, a las 16:00 horas desde el inicio del ataque con misiles, se reporta una víctima mortal y más de 100 heridos, entre ellos ocho niños. La chispa del incendio: Zelensky expresó su profundo enojo y desacuerdo con la cruel acción de la guerra, que una vez más demuestra el nivel de maldad al que han llegado los militares rusos. En sus redes sociales subrayó que tal cinismo y desprecio por la vida humana son intolerables y merecen ser condenados. “Hay que ser una desvergüenza abierta y despreciar la vida para lanzar tales golpes con misiles sobre una ciudad común en Viernes Santo, justo antes de Pascua — afirmó el presidente —. Es un crimen contra la humanidad y contra todo lo sagrado en nuestra cultura y religión.” Zelensky destacó que Ucrania pide insistente a sus socios, principalmente a Estados Unidos, que proporcionen sistemas de defensa aérea «Patriot» y misiles capaces de protegerse de futuros ataques rusos, para evitar que las ciudades ucranianas sufran destrucción a gran escala y pérdidas humanas. «Tenemos derecho a la protección, a la seguridad y a vivir con la esperanza de un futuro brillante. Y no debe suceder que un pueblo reciba más ayuda que otro. Eso es cristiano: ayudarse mutuamente, especialmente cuando existe esa posibilidad», subrayó. En sus palabras, Zelensky resaltó que cualquier acto de terror, especialmente cuando se ataca la vida de civiles, equivale a lo peor del mal. «Rusia merece sanciones severas, ya que sus acciones no son solo agresión militar, sino una destrucción sistemática de vidas humanas y la devastación de toda una ciudad», enfatizó, haciendo hincapié en la necesidad de que la comunidad internacional sea unida en respuesta a tales crímenes. Además, es importante señalar que el ataque en Járkov fue llevado a cabo con misiles balísticos con carga de racimo, lo que incrementa significativamente el nivel de destrucción y las víctimas. La mañana del 18 de abril, Rusia lanzó misiles dirigidos a objetivos civiles en Járkov — en cuestión de minutos, la ciudad se convirtió en un escenario de destrucción y maldad. No es la primera vez que sucede algo así, pero cada uno de estos casos recuerda una vez más la crueldad y el cinismo de una agresión que lleva más de un año. Zelensky hizo un llamado a los líderes mundiales a no permanecer indiferentes y actuar con decisión para evitar que las ciudades ucranianas continúen siendo destruidas y que las vidas de civiles sean arrebatadas. «Estamos en la línea de pruebas, pero debemos resistir. Nuestra unidad y determinación dependen del futuro de nuestro país y de todos los que anhelan paz y libertad», afirmó. Este es ya el tercer ataque masivo a Járkov en poco tiempo, que ha causado un amplio resonancia en todo el país y más allá de sus fronteras. Los llamados de Zelensky y de la comunidad internacional vuelven a hacerse escuchar para impedir que Rusia siga humillando la paz y la humanidad, y para que asuma la responsabilidad por sus crímenes. Porque en esta lucha por el futuro de Ucrania y sus ciudadanos, cada gota de sangre, cada destino destruido, es un llamado a la justicia y a la restauración de la paz.