En Járkov se han concluido los trabajos de rescate y emergencia a gran escala, realizados en respuesta a un bombardeo con misiles ocurrido en la mañana por parte de las fuerzas rusas

El incidente sucedió el 18 de abril y dejó destrucción, pérdidas humanas y una carga psicológica para los residentes de la ciudad. Según la información del Servicio Estatal de Emergencias de Ucrania, las consecuencias del ataque ya han sido solucionadas, y se han completado todos los trabajos necesarios para restaurar la infraestructura y asistir a los afectados. Como resultado del bombardeo, una persona murió y 114 personas resultaron heridas en diferentes grados de gravedad, incluyendo a nueve menores de edad. Los principales esfuerzos en la eliminación de las secuelas del bombardeo se centraron en limpiar la zona de escombros y daños. Según los representantes del Servicio Estatal de Emergencias, los equipos de bomberos y rescate, junto con los servicios municipales, trabajaron durante varias horas para eliminar las amenazas y estabilizar la situación. Se retiraron más de 45 metros cúbicos de basura de construcción, y en los lugares de los daños se desmontaron estructuras peligrosas en tres edificios residenciales multifamiliares y en una institución educativa. Además del trabajo técnico, el personal del Servicio de Emergencias jugó un papel importante en el apoyo psicológico a las víctimas. Atendieron a 150 residentes que resultaron heridos o atravesaron estados de estrés debido al ataque hostil. En cuanto a los detalles del ataque, ocurrió en las horas de la mañana, cuando las fuerzas rusas usaron misiles balísticos con carga de fragmentación. Según datos de la Fiscalía, muy probablemente fueron utilizados tres misiles del tipo "Iskander" de fragmentación y explosión potencial. Los oficiales indicaron que al menos uno de los misiles explotó en el aire, lo cual fue intencional para maximizar el daño, ya que el misil de explosión deflagrada dañó edificios e infraestructura de la ciudad. Este ataque vuelve a recordar el alto nivel de peligrosidad y el carácter destructivo de la agresión rusa, que continúa impactando en los vecindarios residenciales y en la población civil de Járkov. La ciudad mantiene un estado de alta alerta y constante tensión, dado que no se descartan nuevos bombardeos. Las autoridades y los servicios de rescate instan a los residentes a estar atentos y seguir las instrucciones de seguridad para minimizar riesgos y reaccionar rápidamente en caso de ataques repetidos. Járkov sigue siendo símbolo de la resistencia del pueblo ucraniano ante el enemigo y un recordatorio de la importancia de la unidad en estos tiempos difíciles.