Los medios informan: Estados Unidos proponen una flexibilización parcial de las sanciones y mantener los territorios ocupados bajo control de Moscú en un «plan de paz»

Los Estados Unidos han comunicado sus propias iniciativas para resolver el conflicto entre Rusia y Ucrania, las cuales ya son objeto de discusión a nivel mundial. Según fuentes en la Unión Europea y agencias analíticas, Washington propone medidas drásticas que implican no solo la congelación diplomática de la guerra, sino también una reducción significativa de las sanciones contra el Kremlin en caso de alcanzar un régimen de alta el cese del fuego en territorio ucraniano. De acuerdo con la información de fuentes de la agencia Bloomberg, esta propuesta de EE. UU. fue presentada a sus aliados europeos justo antes del 17 de abril en París, durante una serie de negociaciones a puerta cerrada. La idea consiste en que las fuerzas rusas y los territorios ocupados permanezcan bajo el control de Moscú, y que la guerra en realidad quede congelada sin resolver definitivamente las cuestiones de la anexión ilegal y el estatus de las regiones ocupadas. Esto, según los altos funcionarios estadounidenses, permitiría en el futuro reducir la tensión en el frente y evitar una escalada del conflicto. En los detalles de la propuesta también se habla de la eliminación o una reducción significativa de las sanciones económicas, las cuales actualmente dificultan gravemente la economía de Rusia y, en consecuencia, su potencial militar. Sin embargo, hay que señalar que el plan de los diplomáticos estadounidenses excluye discutir la adhesión de Ucrania a la OTAN, lo cual es un punto controvertido y genera preocupación en Kiev y en otros países aliados. Se sabe que expertos en seguridad advierten que lograr una situación que satisfaga a todas las partes probablemente no será posible sin que Moscú esté dispuesta a detener sus operaciones militares y empezar un diálogo sobre la paz futura. Los funcionarios estadounidenses resaltan que cualquier esfuerzo diplomático será “inútil” si las tropas rusas no renuncian a su agresión. Además, en dichas negociaciones, Ucrania debe obtener garantías de seguridad y apoyo para restaurar su independencia. Otro punto importante es la postura de los aliados europeos. Según interlocutores anónimos de Bloomberg, las prioridades de Ucrania siguen alejadas de las propuestas de EE. UU. y consideran los intereses de Moscú en mantener los territorios ocupados, lo cual genera una tensión significativa y se discute en los niveles más altos. Existe preocupación de que estas decisiones vuelvan a retrasar la recuperación de la soberanía de Ucrania y reduzcan las posibilidades de volver a poner bajo control de Kiev las regiones ocupadas. En medio de estas noticias, el 18 de abril, EE. UU. publicó una declaración del secretario de Estado, Marco Rubio, quien afirmó que el actual presidente Donald Trump dejará de intentar negociar la paz en caso de que surjan dudas sobre las probabilidades de éxito. En respuesta, el Kremlin señaló que ya tienen cierto progreso en la resolución de la situación y resaltaron la dificultad de los obstáculos restantes. Al mismo tiempo, el vicepresidente de EE. UU., J.D. Vance, intentó asegurar que Washington mantiene abierta la posibilidad de una solución diplomática y confía en lograr una paz que ponga fin a este “conflicto brutal”. Por su parte, el presidente de EE. UU., Donald Trump, llamó la atención sobre las noticias de que Rusia debe entregar en los próximos días una respuesta a Washington sobre la propuesta de alto el fuego, lo que da esperanza a avances diplomáticos futuros. Sin embargo, el conflicto militar en curso sigue siendo muy complejo y controversial, genera disputas en círculos políticos y pone en duda no solo el futuro de Ucrania, sino también el equilibrio de fuerzas en Europa y en el mundo. En general, los últimos informes evidencian un aumento en los esfuerzos diplomáticos y en la búsqueda de soluciones de compromiso, aunque las perspectivas de alcanzar una paz inclusiva y justa permanecen muy inciertas debido a los importantes intereses políticos y estratégicos de todos los participantes en el conflicto.