Los ataques rusos han regresado a la región de Zaporizhzhia, trayendo nuevas destrucciones y restos de la guerra en las zonas cercanas al frente

En particular, en la ciudad de Stepnohirsk en Zaporizhzhia, el enemigo ha lanzado golpes poderosos, tras los cuales se dañó la línea de alta tensión y se quedó sin electricidad toda la comunidad. Además, en la pequeña aldea costera de Primorske, que pertenece al distrito de Vasylivka, los ataques se acompañaron de incendios y destrucción de automóviles por impactos de drones no tripulados. La información sobre estos nuevos ataques en esta parte de la región fue proporcionada por Iván Fedorov, jefe de la Administración militar regional de Zaporizhzhia, quien en su canal oficial de Telegram destacó que los residentes de las zonas fronterizas han vuelto a sufrir actos despiadados por parte del enemigo. "La comunidad de Stepnohirsk está otra vez sin luz. En Primorske hay consecuencias por impactos en autos particulares. Las fuerzas enemigas continúan causando terror en nuestras áreas cercanas al frente", señala su informe. Según Fedorov, las tropas rusas llevaron a cabo ataques dirigidos con bombas de aviación guiadas, utilizando artillería de cañón y sistemas de lanzamiento de cohetes. Como resultado, se dañó un cable de alta tensión que provocó un apagón de emergencia para varios miles de habitantes de Stepnohirsk y los pueblos cercanos. Esta situación complica la vida de los residentes, quienes ya han enfrentado muchas dificultades por las acciones militares. En Primorske, que se encuentra cerca de la línea del frente, la situación es aún peor: el enemigo utilizó drones FPV, lo que provocó un incendio en uno de los patios privados. Como resultado del impacto en estos autos, se quemaron instantáneamente, confirmando otra vez la inhumana táctica de los rusos en las áreas cercanas al frente. Los automovilistas afectados quedaron sin transporte, y los habitantes locales volvieron a estar bajo la presión de las acciones destructivas del adversario. Todo esto evidencia una vez más que la situación en la región sigue siendo tensa e inestable. Las autoridades locales y las fuerzas militares continúan combatiendo y fortaleciendo la defensa, pero las destrucciones y las pérdidas humanas siguen siendo un problema serio. Es evidente que el enemigo no tiene intención de detenerse y busca aterrorizar a los residentes mediante ataques dirigidos contra infraestructura civil y propiedades privadas. Todo este dramatismo confirma una vez más que el conflicto armado en la región de Zaporizhzhia no solo implica acciones militares, sino que también tiene consecuencias económicas y humanitarias para los habitantes locales. Los medios para luchar contra el enemigo en las ciudades y pueblos cercanos al frente en Ucrania siguen siendo relevantes, pero las víctimas humanas y las destrucciones nos recuerdan el costo de esta guerra, que aún está lejos de terminar.