Las fuerzas rusas llevaron a cabo un ataque aéreo masivo contra Ucrania, utilizando diversos medios de impacto y drones kamikaze
La noche del 16 de abril, la defensa ucraniana volvió a estar bajo una fuerte presión del agresor, que utilizó todo su arsenal para destruir a la población civil y la infraestructura. Según la información de las Fuerzas Aéreas de las Fuerzas Armadas de Ucrania, desde la noche hasta la mañana del 17 de abril, se realizaron varios intentos de atacar el territorio de nuestro estado con armas aéreas de los invasores rusos. El ataque en general incluyó el lanzamiento de dos misiles balísticos "Iskander-M", tres misiles guiados antiaéreos de los sistemas S-300/400 y, principalmente, 75 aeronaves no tripuladas de diferentes tipos, de las cuales 55 no llegaron a sus objetivos y fueron derribadas por las fuerzas de defensa aérea de Ucrania. La información fue publicada por el portavoz de las Fuerzas Aéreas en Telegram y confirma que los defensores ucranianos demostraron una eficacia significativa en la lucha contra los drones kamikaze enemigos. Según datos de la aviación ucraniana, hasta las 10 de la mañana del 17 de abril, se habían derribado 25 drones tipo Shahed, que fueron lanzados desde territorio de las ciudades rusas de Kursk, Millerovo y desde la península de Chabud, que es ocupada temporalmente por Rusia en Crimea. Esto forma parte de una nueva y masiva serie de ataques, dirigidos a desestabilizar la situación y destruir objetos civiles en diferentes regiones del país. Otros 30 drones simuladores — sistemas de reconocimiento y orientación utilizados para crear imitaciones de ataques o detectar los sistemas de defensa aérea — fueron destruidos sin daños peligrosos para la población o infraestructura. Las Fuerzas Aéreas confirman que, como resultado de estos ataques, resultaron dañadas las regiones de Donetsk, Járkov, Sumy y Dnipropetrovsk. Las áreas afectadas indican una táctica activa del enemigo, que refuerza su mentalidad destructiva lanzando misiles desde las regiones de Rostov, así como desde territorios ocupados en Lugansk y Crimea. Los ataques desde las direcciones de las ciudades rusas de Kursk y Millerovo, así como desde la península de Chabud, tienen como objetivo ampliar la zona de impacto y crear riesgos adicionales para las zonas residenciales y los objetos estratégicos de Ucrania. Las fuerzas de defensa ucranianas respondieron a esta agresión mediante el uso de medios modernos de defensa aérea, incluyendo aviación, fuerzas de misiles antiaéreos, sistemas de guerra electrónico y grupos móviles de fuego. Actuaron de manera rápida y coordinada para evitar daños y mantener la calma en las regiones. Este nuevo ataque es un claro ejemplo de la crueldad y determinación de las tropas rusas en su intento de sembrar miedo y caos, pero el ejército ucraniano continúa demostrando alta movilidad y eficacia en la protección de su territorio. Y, aunque el enemigo sigue utilizando sistemas de misiles obsoletos y drones kamikaze, los defensores ucranianos no permanecen de brazos cruzados y enfrentan con decisión cualquier manifestación de agresión.