Los drones rusos atacaron Dnipro durante la noche, causando daños generalizados y pérdidas humanas
Según informes del Servicio Estatal de Emergencias de Ucrania, a la mañana del 17 de abril, el número de fallecidos como consecuencia de esta agresión aumentó a tres personas, entre ellas un niño inocente. Esta trágica noticia vuelve a confirmar la magnitud del peligro que enfrenta la población civil de la ciudad debido a los golpes rusos. Los informes de fuentes operativas indican que, en la víspera, al final del día 16 de abril, en la ciudad se inició un ataque masivo con el uso de aeronaves no tripuladas. Según datos preliminares, el enemigo lanzó varias drones contra la zona habitada, con objetivos en los barrios residenciales, objetos críticos de infraestructura y medios de transporte. Como resultado de ese ataque, al menos 28 residentes resultaron afectados, incluyendo a cuatro niños. Lamentablemente, en este ataque a gran escala también hubo pérdidas humanas. Según la información actualizada, ya son tres las personas fallecidas, entre ellas un niño de un año, lo cual es una prueba irrefutable de la brutalidad de este ataque. Los servicios de rescate informan que varias decenas de residentes recibieron heridas de diversa gravedad y actualmente se encuentran bajo vigilancia médica. Durante el ataque con misiles y drones, los rusos destruyeron infraestructura de la ciudad: parte de viviendas residenciales resultaron dañadas, varias residencias del barrio estudiantil fueron demolidas, y los edificios de instituciones educativas y una planta de alimentación fueron destruídos. También hubo daños en automóviles, que quedaron como testigos de la brutal confrontación. Los servicios de emergencia reaccionaron rápidamente, y en unas pocas horas todos los focos de incendio provocados por el impacto de drones fueron localizados y controlados. Registraron varios incendios en diferentes áreas de la ciudad, que, según informes, ya fueron extinguídos. Afortunadamente, no se registraron víctimas adicionales ni lesiones graves entre los residentes y rescatistas, lo que da esperanza en una mayor preparación y entrenamiento para enfrentar situaciones similares. Actualmente, los habitantes de Dnipro se encuentran en un estado de alerta y tensión, ya que el enemigo continúa amenazando con nuevos ataques a la ciudad. Las autoridades locales y los servicios de seguridad trabajan en el fortalecimiento de la defensa antiaérea para evitar más destrucción de viviendas y proteger la vida y la salud de los ciudadanos. Esta tragedia confirma una vez más lo valiosa e vulnerable que es la vida pacífica de los ucranianos, y que la guerra para ellos no es solo un combate en el campo de batalla, sino una lucha diaria por la supervivencia en un estado constante de peligro. Ucrania sigue resistiendo la agresión rusa, unida en su deseo de proteger a sus ciudadanos y de mantener la integridad de sus ciudades y pueblos.